Retos agrícolas ante el cambio climático

Nuestra agricultura sufre de un estrés hídrico a través de una combinación de la disminución de lluvias y el aumento de la población.

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18 April 2016

El cambio climático no solo amenaza con destruir la producción de alimentos en El Salvador, sino también con aumentar los riesgos de inseguridad alimentaria entre la población. Gremiales de productores de granos básicos señalan que sus asociados han perdido millonarias cantidades de dinero en maíz, frijol, sorgo, azúcar y café, debido al cambio climático, ya que no se han tomado las medidas gubernamentales necesarias para mitigar sus efectos en la agricultura.

No es solo aquí en El Salvador, el mundo enfrenta el reto de producir suficientes  cultivos de alimentos básicos de cara a una serie de limitaciones, tales como los efectos del cambio climático, la escasez de recursos hídricos y la preservación de los ecosistemas. A pesar de que la producción agrícola se ha incrementado significativamente, ésta no sigue el ritmo de la demanda.

Confirmado está, que nuestra agricultura sufre de un estrés hídrico a través de una combinación de la disminución de lluvias y el aumento de la población. La consiguiente falta de acceso al agua potable se ha convertido en un problema de salud de manera generalizada y crítica.

Desde 2012 el país ha sufrido sequías alarmantes. Los agricultores de diversos sectores agropecuarios enfrentaron 32 días secos en el 2012, en el 2013 fueron 23 días, para el 2014 la sequía alcanzo los 31 días y para el 2015 tuvieron que enfrentar la falta de lluvia por 50 días, con el agravante que estos períodos de sequía son propicios para plagas.

Los agricultores siempre han tenido dificultades para implementar y mantener estrategias eficaces de control de plagas. El cambio climático, sin embargo, causa preocupación entre los agricultores y entomólogos, acerca de la creación de las condiciones que pueden conducir a un aumento de especies invasoras. cultivos resistentes a insectos derivados de la biotecnología son una herramienta que puede mitigar este daño.

Una variedad de prácticas tradicionales combinadas con nuevas tecnologías pueden ayudar a mejorar la sostenibilidad en pequeña y gran escala. La rotación de cultivos, el enriquecimiento del suelo, el control de plagas y el mejoramiento de las plantas, ya sea convencional o por medio de la biotecnología, son estrategias apropiadas.

Hoy en día, una de cada siete personas en el mundo sufre de desnutrición y los estudios recientes sugieren  que la producción de cultivos tendría que duplicarse para mantener el ritmo de la demanda de alimentos proyectada. El crecimiento demográfico, el aumento del consumo de carne y más recursos dedicados a la producción de bioenergía, son los que estresan y limitan la capacidad para alimentar adecuadamente al mundo.
 

*Colaborador de El Diario de Hoy.
resmahan@hotmail.com