La policía de Londres informó hoy de que cambiará sus directrices de seguridad tras el atentado de Manchester y comenzará a controlar posibles amenazas en eventos "más reducidos", que hasta ahora no centraban la atención de las fuerzas de seguridad.
"Agentes especiales de nuestro equipo de planificación y expertos en seguridad están revisando en detalle los planes para futuros eventos en la capital", señaló Scotland Yard en un comunicado.
"Esto incluye poner una mayor atención a eventos más reducidos en los que quizás no había presencia policial", dijo un portavoz de la policía londinense, que recalcó que se ha incrementado el número de patrullas en la capital británica tras el atentado suicida que dejó 22 muertos y 59 heridos tras una actuación de Ariana Grande.
La comandante Jane Connors advirtió de que en los próximos días los ciudadanos verán más agentes armados en conciertos, centros comerciales, instalaciones de transporte y estadios deportivos en Londres.
Algunos de los afectados van a tener que permanecer ingresados "durante largo tiempo" para recuperarse, afirmó Ratcliffe, que indicó que tras el atentado se desplazaron 60 vehículos médicos al estadio Manchester Arena.
"Han sido una noche y una mañana terribles en Manchester, aunque también hemos asistido a algunos de los mejores aspectos de esta ciudad y de la gente que vive aquí", dijo el director médico.
Un total de 22 personas murieron a causa de la explosión de un paquete bomba por parte de un terrorista suicida anoche en una de las salidas del pabellón deportivo Arena de Manchester.
Las primeras víctimas identificadas son una niña de 8 años que había acudido al concierto con su madre y una estudiante de 18 años, ambas británicas.