Es hora de actuar

Debemos redefinir la política en nuestro país. Lograr que nos lideren personas que den ejemplo de servicio, que mantengan un debate de altura.

descripción de la imagen

Por

16 March 2016

Como país estamos pasando por tiempos muy duros. En particular los últimos años han sido dolorosos para nuestra patria pues claramente nos han llevado en el rumbo equivocado dañando nuestro país y sembrando desesperación y división en nuestra sociedad. Es importante que reflexionemos cómo hemos llegado a este punto, pues debemos asumir la responsabilidad que tenemos, ya sea por lo que hicimos o por lo que dejamos de hacer. Pero la realidad es que estamos en un país que no avanza, donde cada vez hay menos oportunidades y donde la sociedad se está consumiendo en odio y temor.
 
Si bien todos tenemos una gran responsabilidad en esto, también es una realidad que el país avanza o retrocede según los políticos de turno.  Pero hemos sido nosotros quienes hemos elegido y apoyado a estos políticos, o somos nosotros quienes hemos dejado los espacios libres y hemos permitido que unos pocos definan cómo debe ser la política en nuestro país. Muchos hablan que el problema es corrupción y estoy de acuerdo siempre y cuando definamos bien lo que es corrupción, pues para muchos es el tomar bienes que no son propios, pero para mí la corrupción arranca del afán de buscar solo el beneficio propio, ya sea por poder, por dinero, por influencia o privilegios. En resumen, es el preocuparse más por el beneficio individual que el bien común.
 
Pero el país puede cambiar, no podemos perder la esperanza y tenemos la  responsabilidad y el deber de hacer esto realidad. Y debemos tener claro que para lograrlo es necesario transformar la clase política de nuestro país. Recientemente este tema ha surgido en muchas discusiones. La muerte de Francisco Flores ha sido una consecuencia lamentable de los problemas que tenemos y ha resaltado lo mal que está nuestra clase política: llena de odio, intereses individuales  por encima del bien común y por encima de los principios y valores que debemos predicar y vivir. Pero es momento de actuar, de que asumamos todos la responsabilidad de generar un cambio profundo en nuestro país y de involucrarnos.  

Pero la gran pregunta es ¿cómo? Mucho se habla que para cambiar la política hay que terminar con la partidocracia o hay que acabar con el bipartidismo. Ya se habla de alternativas y de nuevos partidos. Y puede ser, pero en lo personal creo que esas alternativas si bien pueden ser más fáciles al inicio, la posibilidad de éxito es menor, pues lograr tener un partido con la organización, alcance, recursos y liderazgo no es fácil, además que tenemos el riesgo de dividir pues es difícil que todos se unan bajo una sola bandera. La otra alternativa, que muchos lo ven más difícil, es renovar ARENA. Pero me refiero a una renovación profunda, que se sienta, que entusiasme y que sume a todos aquellos que comparten la frustración por nuestra situación y la visión de cómo vamos a sacar adelante el país.  

Esto claramente no es fácil, pero estoy convencido que sí se puede.  Yo creo en la gente. Creo que si nos ponemos de acuerdo podemos lograr los cambios en el partido y en el país. Pero requiere que estemos unidos y dispuestos asumir los riesgos y esfuerzos que esto requiere.
 
Nuestro partido debe cambiar. ARENA es una institución espectacular, con una gran trayectoria, territorialidad, experiencia y lo más importante una visión y principios que mucho compartimos. Además ya demostró que puede gobernar, con sus aciertos y fallas, pero no podemos negar que durante los gobiernos de ARENA el país estaba mejor que ahora. Hoy por hoy es la única verdadera opción para recuperar el rumbo y el orgullo de nuestro país. Pero eso no es suficiente, pues lo que necesitamos es convertir a ARENA en la  alternativa para transformar nuestro país.  Estando adentro como dirigente reconozco que nuestro partido debe tener una renovación más profunda que vuelva a generar el entusiasmo de todos aquellos que se han alejado. En este momento se ve una ARENA enfocada en sí misma y sus líderes y dirigentes nos vemos metidos más en conflictos internos por cargos que en resolver los problemas del país. ARENA debe demostrar que es verdaderamente inclusiva, que la diversidad se refleja en debates de ideas, que trabaja en formar los actuales y futuros políticos y líderes de nuestro país y que está dando el ejemplo en como servir y ayudar a los salvadoreños.
 
Debemos redefinir la política en nuestro país. Lograr que nos lideren personas que den ejemplo de servicio, que mantengan un debate de altura por el país, que reflejen que les interesa más el bien común que los privilegios y el poder, que se comprometan y den ejemplo de trabajar sin odio, rencores ni polarización. Necesitamos políticos que tenga la formación y capacidad para gobernar, que demuestren integridad y coherencia en su actuar y que claramente tengan de prioridad al país y no sus cargos. Aun cuando en ARENA hay muchos que cumplen  este perfil, debemos aceptar que hay mucho todavía por trabajar. También es importante realizar que hay muchas personas que no están actualmente en política que cumplen este perfil y como partido es importante que les abramos los espacios y los motivemos para que se incorporen, por el bien de El Salvador. 

Los areneros tenemos un reto este año. Nos toca elegir autoridades y serán ellos quienes nos guíen a las próximas elecciones. Tenemos una gran oportunidad de lograr resultados como los que obtuvo la oposición en Venezuela, pero solo lo lograremos si demostramos que como partido hemos evolucionado y nos hemos convertido en la alternativa para sacar adelante nuestro país. Y por eso esta elección interna es tan importante. La renovación de ARENA debe continuar, este 2016 es el año en que se debe consolidar. Esta es mi causa. El poder cambiar nuestro partido, para poder cambiar la manera de hacer política, para así transformar nuestro querido El Salvador.
  

*Colaborador de El Diario de Hoy.