Un juez federal procesó el martes a la expresidenta argentina Cristina Fernández y a sus dos hijos por supuesto lavado de dinero y asociación ilícita en la tercera imputación que recibe la exdirigente peronista por presuntas irregularidades cometidas durante su gestión.
El juez federal Claudio Bonadío también ordenó un embargo sobre los bienes de Fernández (2007-2015) hasta cubrir la suma de 130 millones de pesos (unos 8,3 millones de dólares) y prohibió salir del país a la exmandataria y a sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, en el procesamiento que fue publicado por el Centro de Información Judicial en su página de Internet.
El magistrado indicó que no hay riesgo de fuga de los sospechosos y por ello no dispuso su prisión preventiva.Lee sobre la acusación anterior a Cristina Fernández
Bonadío consideró en su fallo que la exdirigente peronista, de 64 años, es "penalmente responsable de los delitos de tomar parte en una asociación ilícita en calidad de jefe", que supuestamente recibía sobornos de empresarios beneficiados con distintos negocios con el Estado.Este es el tercer procesamiento que suma la exmandataria desde que dejó el poder a fines de 2015. En otra causa a cargo de Bonadío está acusada de haber ordenado maniobras irregulares en el mercado cambiario que causaron un perjuicio económico al Estado y en una tercera otro juez federal la procesó por administración fraudulenta en la concesión de obras públicas.
Fernández, que puede apelar la medida, ha rechazado las acusaciones y sostiene que ella y sus hijos son víctimas de una persecución judicial y mediática.
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De ser hallados culpables, Fernández y sus hijos podrían recibir una pena de hasta 10 años de prisión.
El cerco judicial se estrechó en torno de Fernández desde que dejó el poder. La exmandataria sostiene que jueces que responden a su sucesor, el conservador Mauricio Macri, la tienen como blanco de todo tipo de denuncias sin fundamento.