Uno cree que lo ha escuchado todo en la vida, hasta que viene el Secretario Técnico de la Presidencia y acusa a los empresarios de potencialmente cometer un delito al financiar a grupos delincuenciales –como las maras- por medio de las extorsiones. Y agrega en su declaración que esa es una práctica que debe parar. ¡Como si los empresarios lo hicieran con todo el gusto del mundo!
No sé si es que vivimos en un El Salvador diferente que los funcionarios de este gobierno, porque esto que ha dicho solo me hace ver lo desconectado que está el gobierno de la realidad en la que vivimos el resto de la población. Y es que muchas empresas, grandes pequeñas y micro, no tienen otra opción más que pagar la extorsión. Si no la pagan, les matan a los empleados, a sus familias o a ellos mismos.
Aunque también hay otra opción para quienes no quieren pagar las extorsiones: cerrar los negocios. Especialmente en la zona oriental del país, docenas de negocios deben cerrar mensualmente debido a esta problemática. Hace poco la noticia resonó por tratarse de una gran empresa, pero esto le pasa también a la señora de la tienda, a la que saca la plancha para vender pupusas en la acera y a muchos otros pequeños negocios que no pueden agregar a sus gastos fijos el pago de una extorsión.
Señores, basta de decir que la violencia y el crimen organizado son un problema de percepción creado por los medios de derecha. Decir que las cifras de asesinatos no son tan altas porque la mayoría de muertos son mareros es una declaración irresponsable y no hace que el problema desaparezca. Insisto: para solucionar una situación, lo primero que hay que hacer es reconocer que el problema existe.
Y es lamentable que ahora incluso muchas personas también dicen que lo de la violencia está siendo exagerada por los periódicos y que ya nos les creen porque no pagan impuestos. En primer lugar, una cosa nada tiene que ver con la otra. Los números hablan por sí solos. Y, por otro lado, los periódicos sí pagan impuestos.
Algo de lo que dicen los políticos sí es cierto: la situación de delincuencia en el país no es culpa del gobierno del FMLN, viene desde hace mucho. Y si los gobiernos de ARENA hubieran invertido en prevención desde los años 90, las maras no se hubieran multiplicado.
Pero el pasado quedó atrás y como bien dicen: el ‘hubiera’ no existe. Al gobierno actual le corresponde comenzar ahora a buscar soluciones. Y es importante que las medidas que tome no solo sean represivas, sino que invierta en prevención, en programas que mantengan a los jóvenes ocupados, en garantizarle a la niñez y a los jóvenes un entorno seguro, comenzando desde las escuelas.
Lo más probable es que los resultados no los veamos durante este gobierno, ni en el próximo. Pero hay que comenzar ya. El gobierno tiene la obligación de trabajar en resolver esta situación para que las nuevas generaciones no vivan en la zozobra en la que vivimos nosotros.
Para que el problema de la violencia se solucione hay que tener acuerdos de país. Y hay varios aspectos obligatorios para que esto se dé: el gobierno deber reducir su gasto, usar de manera eficiente los recursos que tiene, aumentar la base tributaria, combatir la evasión de impuestos y ser transparente en el uso de ellos. Después de esto se puede discutir la necesidad de encontrar nuevos recursos para poder invertir en educación y prevención.
*Emprendedor salvadoreño.
@aatanacio