El presidente Donald Trump propondrá recortes presupuestarios por 18,000 millones de dólares que afectarían la investigación médica, la infraestructura y el desarrollo comunitario para que los contribuyentes estadounidenses, no México, puedan hacer el pago inicial del muro fronterizo. Aunque el presidente estadounidense prometió durante su campaña que México pagaría por él. Funcionarios al sur de la frontera aseguran no estar interesados en gastar un solo peso por la estructura, que podría costar más de 20.000 millones de dólares. El gobierno de Donald Trump quiere que los primeros 1.000 millones de dólares para la financiación del muro fronterizo cubran 62 millas (unos 100 kilómetros), lo que incluirá el reemplazo de algunas vallas ya existentes a lo largo de la frontera sur.
El gobierno de EE.UU. utilizaría de esta forma los primeros $1.000 millones para el muro fronterizo 1. Imponer impuestos al dinero que los inmigrantes mandan a su país Los inmigrantes mexicanos enviaron casi 27.000 millones de dólares a sus hogares en 2016, según el Banco de México. La mayor parte de ese dinero provenía de personas que vivían en Estados Unidos. Generalmente, los inmigrantes reportan que el dinero que envían costea la comida, la ropa, la vivienda y la educación para sus familias. ¿Y si algo de esto se va para construir un muro en la frontera? En la campaña, Trump dijo que cambiaría la Ley Patriota y cortaría una porción de las remesas a México a menos que el país accediera a pagar.
Trump desea que su muro sea de 9 metros de altura Y las autoridades mexicanas han prometido hacer todo lo posible para asegurarse de que nadie se meta con el dinero que envían los inmigrantes. Es la mayor fuente de ingresos de México, más aún que las rentas que generan las exportaciones de petróleo. Aunque las remesas son una pequeña porción del PIB de México, tienen un gran impacto en algunas de las comunidades más pobres del país. 2. Decomisarle dinero a los carteles narcotraficantes El senador republicano de Winsconsin Jim Sensenbrenner presentó una propuesta el mes pasado un proyecto de ley para construcción del muro. Su objetivo: utilizar el dinero decomisado a narcotraficantes para financiar la seguridad en la frontera. Los carteles narcotraficantes envían entre 19.000 y 29.000 millones de dólares anualmente a México, según funcionarios federales estadounidenses. Usar el dinero de los delincuentes en lugar de cobrarles a los contribuyentes suena como algo fácil de vender.
Humillante diálogo telefónico de Donald Trump con Peña Nieto escandaliza a México Pero es sólo una fracción del dinero que los funcionarios de contrabando creen que cruza la frontera, y sólo una fracción del costo estimado de un muro. En realidad, se habla de al menos parte del dinero incautado a los carteles. El monto que el CBP retiene se ingresa en un fondo del Departamento del Tesoro usado para iniciativas de aplicación de la ley en todo el país. La cantidad de dinero incautada también ha disminuido en los últimos años. 3. Un impuesto fronterizo En enero, funcionarios del gobierno de Trump sugirieron que un arancel del 20% sobre las importaciones mexicanas podría ser usado para pagar un muro fronterizo. La idea fue lanzada desde inicios de la actual presidencia, y en algunos círculos, se hundió. Después de que la idea provocara alboroto entre los legisladores de ambos lados del pasillo, funcionarios de la Casa Blanca, que antes la habían promocionado, aseguraron después que sólo era eso: una idea. Si se pone en marcha un plan de este tipo, una amplia gama de artículos, incluidos los automóviles, los equipos mecánicos, los productos agrícolas y los artículos para el hogar, estarían sujetos a una tasa. México es el tercer mayor socio comercial de bienes de Estados Unidos, con un estimado de 295.000 millones de dólares en importaciones que cruzaron la frontera en el 2015. "Haciéndolo de esa manera, podemos obtener 10.000 millones de dólares al año y pagar fácilmente el muro, solo por medio de ese mecanismo, lo que realmente va a proporcionar la financiación", dijo en enero el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer. Más tarde ese día, envió un mensaje más suave, asegurando que la idea del impuesto fronterizo fue pensada apenas como un ejemplo para pagar el muro. "Sólo quiero ser claro en que no estamos siendo imperativos al decir que esa es la única manera", dijo, añadiendo que la tasa "tampoco lo es". Los críticos dicen que un impuesto de este tipo castigaría a los consumidores más que a nadie, violaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y podría estimular una guerra comercial. El senador republicano Lindsey Graham rápidamente descartó la idea, publicando un tuit al más puro estilo del propio presidente Trump. "En pocas palabras", escribió Graham, "cualquier propuesta de política que haga subir los costos de Corona, el tequila o las margaritas, es una pésima idea. Mucho Sad ("Muy triste"), empleando el spanglish.
Un video de la agencia AFP también muestra cómo sería esta construcción.