La situación de El Salvador se ha vuelto una suerte de carrusel tétrico. Los días se suceden los unos a los otros con nuevas cifras de vidas terminadas a la fuerza. Nuevos récords se rompen. Cada récord de homicidios nos regala otro reportaje en las noticias internacionales declarando nuestras ciudades, nuestra capital, o nuestra gente, como “la más letal”. Las autoridades reaccionan con respuestas que no son respuestas y con explicaciones que en realidad no explican por qué cada día más de una docena de familias tienen que organizar funerales. Todo, envuelto en una red turbia donde los cálculos electorales son más importantes que la transparencia que le deben a la población.
Y así continúa el carrusel, dando vueltas y dejando a la impotente ciudadanía preguntándose si será su familia la siguiente en organizar el próximo funeral. Y lo malo de la impotencia es que entumece las sensibilidades. Nos vamos acostumbrando tanto a las infinitas vueltas del carrusel que las víctimas de esta violencia sin sentido se van reduciendo a números… y es dificilísimo sentir empatía por un número. Y sin empatía, la ciudadanía desensibilizada pide menos explicaciones, presiona menos a las autoridades para que hagan del problema su prioridad principal, y dejamos solas con sus muertos a las familias de las víctimas, como si no fuera un problema de todos, que podría afectarnos a todos.
Es cierto que la ciudadanía puede por sí misma hacer muy poco contra la epidemia de violencia. Por algo el monopolio de la fuerza y la coercibilidad de la ley se le delega al Estado. Lo que sí puede combatir la ciudadanía es la indiferencia. Es esta, al final, la substancia del mensaje detrás de la iniciativa ciudadana e independiente lanzada por Global Shapers (un grupo de jóvenes ciudadanos con el apoyo de el Foro Económico Mundial). La iniciativa se llama “De luto con vos” y lo que busca es llamar a la unión – cosa importantísima en un país tan polarizado -- y a la humanidad: tenemos que recordar que detrás de las estadísticas hay personas. Familias que quedan incompletas y sueños que quedan sin realizar.
“De luto con vos” estará promoviendo y organizando cada semana diferentes acciones, ya sea en la calle o en las redes sociales, buscando en primer lugar, dignificar a las víctimas y con eso, ir combatiendo la desensibilización en la que la frecuencia y similitud de las noticias y las infinitas vueltas del carrusel nos están hundiendo. Es importante que quienes quedan, luego de la pérdida de una vida, sepan que existe una ciudadanía solidaria y empática, que buscará convertir su dolor en acción para empujar a que las autoridades hagan más por combatir la crisis de violencia (más allá de buscar anotar puntos electorales).
Con hacer algo, quizás esta iniciativa logre combatir la impotencia. Y con eso, darnos esperanza de que podemos unificar voces para empujar a que las cosas cambien. Es un hecho que la epidemia de criminalidad nos está robando vidas, sueños, y posibilidades de desarrollo. Pero que no nos quite la humanidad: esa capacidad de reconocernos en el otro, por el simple hecho de nuestra dignidad compartida.
*Lic. en Derecho de ESEN con
maestría en Políticas Públicas
de Georgetown University.
Columnista de El Diario de Hoy
@crislopezg