Los 34 estados miembros de la Organización de Estados Americanos comenzaron el martes una reunión para analizar la situación en Venezuela, pese a la rotunda renuencia del país sudamericano.
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Venezuela, Nicaragua y Bolivia expresaron insistentemente su rechazo a la reunión durante una hora, lo que forzó a un voto para decidir si se aprobaba la agenda del encuentro. La celebración de la reunión extraordinaria recibió 20 votos a favor y 11 en contra, salvando cómodamente la cantidad mínima de 18 votos para proseguir..@FedericaMog de @Eu_Commission se suma a petición de elecciones y liberación de presos políticos en #Venezuela https://t.co/BaQc4HTYNl
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 28 de marzo de 2017
El Salvador está entre los países que votaron por NO incluir la discusión en la OEA.
Una vez iniciada la reunión, el embajador mexicano Luis Alfonso de Alba Góngora dijo no tener duda alguna sobre la legitimidad de las acciones que adopte la OEA sobre Venezuela y criticó que se invoque el principio de la no intervención "para esconder alteraciones al orden democrático ni para eludir responsabilidad sobre derechos humanos o el estado de derecho".
De Alba propuso que la OEA se reúna mensualmente para hacerle seguimiento detallado a la situación venezolana.
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El subsecretario de Estado adjunto para el hemisferio occidental, Michael Fitzpatrick, enumeró "sin mostrar preferencia por alguna” propuestas presentadas por varios países, las cuales incluyen crear un grupo de países amigos, enviar una delegación a la nación sudamericana para dialogar directamente con actores políticos e invitar a los tres expresidentes que mediaron el diálogo infructuoso celebrado el año pasado con la mediación del Vaticano."Creemos que una participación más intense de la OEA es apropiada. Para que ello ocurra, será esencial que Venezuela acepte la mano extendida por la OEA", señaló.
Caracas ha acusado reiteradamente al organismo multilateral de prestarse a los intereses de Washington para atentar contra gobiernos de izquierda en la región.
El organismo celebraba la sesión mientras seguidores del oficialismo venezolano marchaban el martes en Caracas en rechazo a las posibles sanciones que podría aplicar la OEA al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La OEA convocó a la sesión extraordinaria apenas horas después de que 14 de sus Estados miembros llamaron el viernes a Venezuela a liberar a los presos políticos, convocar a elecciones y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional en una inédita posición conjunta en torno a la crisis del país sudamericano. Sin embargo, dijeron que la suspensión de esa nación del organismo debería ser la última opción.
Antes de la reunión, el diputado opositor venezolano Luis Florido dijo a reporteros en la sede de la OEA que "el Consejo Permanente puede ayudar mucho" para lograr cuatro metas concretas: que se convoquen elecciones, se liberen a presos políticos, se abra un canal humanitario y se respete a la Asamblea Nacional.
Los venezolanos atraviesan una crisis política, agravada por una inflación galopante y una grave escasez de medicinas y alimentos.