Se llamaba Adrian Russell Ajao antes de que se convirtiera al Islam y se volviera un rostro conocido por el ataque terrorista que perpretó y con el que matara a cuatro personas y lesionara a 50 en el corazón político del Reino Unido, cerca del Parlamento británico.
Este hombre de 52 años, que fue abatido por la Policía la tarde del martes, pasó a llamarse Khalid Masood cuando a los 30 años se convirtió al Islam. Antes y después de su conversión usaba muchos alias dice la Policía. Andrian Elms, Khalid Choudry, eran algunos de sus alias.
Era un ciudadano británico, nacido en el condado de Kent, hijo de una madre blanca y un padre negro.
Según el periódico inglés The Sun, Russell Ajao era hijo de madre soltera y detalla su vida delictiva y permanencia en varias cárceles que comienza en 1983 cuando fue condenado por agresión y tenencia de armas, cita El País.
También cita que el atacante había obtenido una licenciatura en Economía y que entre 2008 a 20009 fue profesor de inglés en la Autoridad de Aviación Civil en Yeda, capital de Arabia Saudita. Y de octubre de 2009 a junio de 2012 fue profesor en un colegio de Luton, ciudad inglesa.
Luton, donde también vivió, es considerado “otro de los puntos calientes del yihadismo británico”, según el diario español El Mundo.
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Este mismo periódico reseña la vida nómada de Masood y quien siendo niño sufrió el racismo en la escuela pero que según un compañero de clases, recuerda que sabía llevar esa discriminación. Lo recuerda como “un tipo brillante” en el estudio y el deporte.No llenaba el perfil usual de un terrorista. Estaba casado y había procreado tres hijos, llevaba una vida nómada pero tranquila y reservada en Birmingham, la segunda ciudad más grande de Inglaterra, según reseña El País.
Pese a esos detalles de su vida familiar, Russell o Masood, era un violento criminal convicto, con un historial delictivo que se extiende a lo largo de más de 20 años. Este incluye delitos de violencia y tenencia de arma blanca, pero nada relacionado con el terrorismo, según la ministra del Interior, Amber Rudd”, consigna El País.
La primera ministra Theresa May fue la primera en confirmar al Parlamento la identidad del atacante, sus antecedentes policiales y de que hace varios años estuvo en el radar del sistema de Inteligencia británica pero que no arrojaba indicios de que se tratara de un terrorista ni era parte de lista de sospechosos.
Pero ese lado terrorista quedó evidenciado la tarde del miércoles cuando a bordo de un vehículo todo terreno se arrolló a peatones a su paso veloz por el puente Westminster. Luego, con dos cuchillos en mano corrió hacia el Parlamento británico.
Masood logró ingresar a los jardines que rodean al palacio legislativo, acuchilló a uno de los policías que montaban guardia en la entrada. En ese momento fue abordado por agentes vestidos de civil, los que, según testigos, le lanzaron una advertencia, pero que el atacante no se detuvo.
Los agentes dispararon a Masood, quien quedó tirado en el lugar.
Su plan de ataque dejó cuatro personas muertas, entre ellas un policía identificado como Keith Palmer, de 48 años, además de unas 50 personas heridas.
Después del atentando el grupo terrorista que se autodenominada Estado Islámico (EI) celebró el ataque. Un día después se lo atribuyó.
Las autoridades comenzaron una investigación en torno a la vida de Masood y su círculo familiar, además de un operativo que ha dejado hasta ayer 11 sospechosos detenidos, dos de ellos en Birmingham que la Policía ha calificado de “significativos”.
Según El País, el operativo no ha tenido precedentes en el Reino Unido y se desarrolla una investigación centrada en las motivación de Masood, “su preparación y sus socios”.
“Así como no hay evidencia de amenazas ulteriores, comprenderán que nuestra determinación es si actuó totalmente solo, inspirado por propaganda terrorista, o si otros le han animado, apoyado o dirigido”, dijo ayer Mark Rowley, jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard.