Obama y la “línea roja”

Para él, el futuro es Asia; África y América Latina “merecen mucha más atención” de los Estados Unidos; Europa es fuente de estabilidad global y el Medio Oriente es una región a evitar.

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29 March 2016

Un suramericano residente en Washington D.C., quien por los acontecimientos políticos de la última década en el Cono Sur se ha vuelto un consumado “Washington insider”, nos recomendó la lectura del artículo “La doctrina de Obama (The Obama Doctrine, www.theatlantic.com)”, publicado en la revista “The Atlantic”. Es un poco largo, acotó, pero recomiendo su lectura ya que ahí se encuentra el pensamiento de la Administración Obama en política exterior. 

Dicho y hecho.

De su lectura queda claro que el presidente estadounidense, a nueve meses de abandonar la Casa Blanca, se encuentra ya a la búsqueda de su legado histórico, que en su caso estará atado al resultado de la guerra civil en Siria. Fue en ese país donde Obama, como presidente de la nación más poderosa del planeta, le trazó al déspota Bashar al-Assad la “línea roja” que no debía pasar: el uso de armas químicas ante el levantamiento militar en su contra. En agosto de 2013, empero, el ejército de Al-Assad atacó a sus opositores con gas sarín en un suburbio de Damasco, dando muerte a unas 1,400 personas, civiles en su mayoría.

Ante semejante atrocidad, la mayor parte de funcionarios de política exterior de la Administración Obama y aliados de los Estados Unidos en Europa y el Oriente Medio pidieron acción militar directa en contra del régimen sirio; Obama, en una controvertida decisión, optó por no intervenir. Mientras tanto, se fortalecía el movimiento terrorista ISIS. 

El autor del artículo le da excelencia periodística al contrapuntear tanto la posición de Obama como la de sus críticos. Hay por ello un exquisito balance e información Premium tanto del presidente de los Estados Unidos como de altísimos funcionarios, señalando sus discrepancias, Siria por ejemplo.

Y explica Obama una a una sus decisiones más difíciles en política exterior y su visión del rol de los Estados Unidos en el mundo.

El presidente estadounidense, afirma Jeffrey Goldberg en su artículo, piensa que la defensa del orden internacional ya sea contra el terror jihadista, el aventurerismo ruso o el “bullying” chino requiere, en parte, de la voluntad y el compromiso de otros países para hacerles frente junto a los Estados Unidos. Para él, el futuro es Asia; África y América Latina “merecen mucha más atención” de los Estados Unidos; Europa es fuente de estabilidad global y el Medio Oriente es una región a evitar. La misma, gracias a la revolución energética estadounidense, tendrá pronto menor importancia para la economía de su país (primera economía en el mundo).

Para él es importante el seguimiento a China, ya que de optar el gigante asiático por un camino pacífico, en un ambiente de libertad, puede haber una mayor sociedad entre las dos principales economías del mundo; caso contrario, la posibilidad de conflicto se vuelve ilimitada. Ad interim, los Estados Unidos vienen mejorando relaciones con otros países asiáticos que temen al poderío militar chino; Vietnam, quizá es el más significativo.

Sobre Latinoamérica, Obama sostiene que el Grupo Alba se ha venido debilitando durante su presidencia; cita el restablecimiento de relaciones con Cuba y recordó que durante la primera cumbre hemisférica a la que asistió, Hugo Chávez era la “figura dominante en la conversación”.

En cuanto al enigmático Vladimir Putin, no dejó de sorprenderme lo que de él menciona,  y advierte que Rusia está en verdaderos problemas. Respeta como líder en Europa a Angela Merkel. Y sobre el Medio Oriente, mejor se mantiene a la distancia que le sea posible, aunque, como expone en el artículo de “The Atlantic”, el legado histórico quedará atado a  la guerra en Siria.   
 


* Director Editorial de El Diario de Hoy.