Rodrigo Rato, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por delitos de apropiación indebida, administración desleal y por el uso de su tarjeta “black”, reportan medios españoles.
Tras su paso por el FMI, Rato fue presidente de la Caja Madrid y uno de los fundadores de Bankia, uno de los bancos más importantes de España.
De acuerdo a investigaciones, haciendo uso de tarjetas de crédito corporativas, Rato y otros prominentes banqueros hicieron onerosas compras en viajes de lujo, finos licores y regalos caros sin poder justificar que estos fueran gastos de representación o estuvieran de alguna forma relacionados al desempeño de sus funciones.
Las entidades que emitieron las tarjetas cayeron en quiebra en la crisis de 2008 y necesitaron cerca de 24 mil millones de euros en salvatajes, pagados por los contribuyentes españoles.
Según el periódico El País, “el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, cargó a su tarjeta de crédito gastos de joyerías, tiendas de ropa, marroquinería, restaurantes de cuatro y cinco tenedores, hoteles, balnearios, vuelos o grandes almacenes como El Corte Inglés y la Fnac”.
Además, este medio español detalla que “en sus últimos tres meses en Bankia, entre febrero y mayo de 2012, retiró en efectivo en cajeros automáticos 16.000 euros, siempre en importes de 1.000”.
Por un momento, Rato fue visto como símbolo de la recuperación económica, pero este escándalo lo llevó a tener que alejarse de la vida política y al ostracismo en el Partido Popular.
Por su parte, otro expresidente de Bankia, Miguel Blesa, también incurrió en gastos onerosos, entre ellos un viaje de 13 mil euros en el verano de 2006.