¡De película! Así fue la persecución que realizó la policía en Barcelona luego de que un hombre se robara un camión cargado de garrafas de gas propano. Autoridades pensaron que se trataba de un acto terrorista.
Sin embargo, el sujeto de 31 años que hurtó el vehículo, no era más que un "fiestero" quien había tenido una noche salvaje de fiesta, sexo y drogas con una factura de hasta 20,000 euros informó la policía.
El hombre condujo durante tres kilómetros por el corazón de la ciudad, en una de las zonas más turísticas, no paró el camión hasta que al entrar a la rampa de acceso a una ronda chocó contra otros vehículos que salían y se estampó contra un muro. Bajó por su propio pie, y fueron necesarios tres agentes para reducirle.
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La policía respondió como si se tratara de un atacante suicida que había robado un camión para atentar: inició la persecución de vehículo y le disparó hasta siete veces para frenarlo. Uno de los tiros pudo haber dañado el depósito de combustible y forzar así la detención del camión.
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Según fuentes policiales, el sujeto, de nacionalidad sueca, había llegado a Barcelona el 20 de febrero, tenía la habitación de hotel pagada, pero no llegó a usarla. La primera noche, porque estuvo de parranda y la segunda, porque fue detenido a tiros tras provocar el caos en la ciudad española.
Aún quedan detalles por aclarar lo ocurrido el martes, en parte porque el detenido sigue ingresado en la unidad psiquiátrica de un hospital de Barcelona y no pudo ser aún interrogado.
Con información de El País.