ESTADOS UNIDOS. La Junta de Educación de Chicago declaró que las 652 escuelas públicas de la ciudad son un “lugar seguro”, donde los alumnos estarán libres de discriminación y acoso, sin importar su estatus migratorio.
Una resolución del distrito, donde el 40 % del alumnado es hispano, prohíbe la “discriminación ilegal o el acoso” de indocumentados, y asegura su acceso a los programas, servicios y actividades que ofrecen las escuelas públicas.
Las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) tienen 318,000 alumnos y son el tercer distrito escolar del país en tamaño, después de Los Ángeles y Nueva York.
La resolución no menciona el estatus de “santuario” de Chicago, donde la policía y otros empleados municipales tienen prohibido preguntar el estatus migratorio de las personas o amenazarlas con la deportación, entre otras tareas migratorias que no son obligatorias para autoridades locales.
Pero su aprobación estaría vinculada con una ordenanza reciente, que actualizó el santuario vigente desde hace 33 años, y a las declaraciones del alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, que prometió mantener la protección de los indocumentados y de los jóvenes beneficiados con el alivio migratorio de la Acción Diferida (DACA).
Según un estudio del Southern Poverty Law Center, el 90 % de 10.000 educadores encuestados en todo el país indicó que el clima escolar fue afectado por el resultado de la elección de Trump, con niños temerosos de que sus padres inmigrantes puedan ser deportados.