El Sistema de la Universidad de California ha hecho la osada promesa de proteger a los estudiantes que ingresaron al país de manera ilegal, y afirmó que no cooperará con agencias del gobierno que traten de aplicar leyes de inmigración.
En una "Declaración de principios", la presidenta del sistema Janet Napolitano dijo que las 10 universidades del sistema también se rehusarán a entregar archivos confidenciales de estudiantes sin una orden de la corte o a cooperar con cualquier esfuerzo federal para crear un registro nacional en base a raza, religión o lugar de nacimiento.
Napolitano ha sido abierta sobre el tema desde la elección de Donald Trump, y ha procurado garantizar a los estudiantes que viven en el país sin autorización que pueden sentirse seguros en los recintos del sistema.
Esta es la primera respuesta formal que el sistema da, mediante "políticas generales", a asuntos de inmigración, dijo el jueves la portavoz del sistema Dianne Klein.