Romney se perfila como el secretario de Estado de EE.UU.

Fue una de las voces más críticas de la candidatura de Trump al interior del Partido Republicano.

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Donald Trump recibió el sábado a Mitt Romney en su club de golf en Bedminster

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20 November 2016

NEW JERSEY. Mitt Romney es un contendiente clave para convertirse en el próximo secretario de Estado de Estados Unidos, mientras que el general retirado del Cuerpo de Infantería de Marina James Mattis tiene una “impresionante” posibilidad de llegar a secretario de Defensa, revelaron el domingo el presidente electo Donald Trump y su número dos, Mike Pence.

Se “estudia activamente” la posibilidad de que Romney sea postulado para secretario de Estado, “junto con otros estadounidenses muy distinguidos”, dijo el vicepresidente electo Pence, quien dirige la búsqueda de candidatos para sumarse al gabinete de Trump, durante una entrevista con el programa de la cadena CBS “Face the Nation”.

El comentario dejó claro que la reunión de Trump y Romney un día antes en New Jersey fue más que un intento de hacer las paces en público después de que ambos intercambiaron insultos feroces durante la campaña.

Trump se reunió con Mattis unas horas después de que lo hizo con Romney. El domingo, el multimillonario interrumpió sus tuits críticos contra el programa cómico de televisión “Saturday Night Live” (que hace sátiras sobre las personalidades políticas), la exitosa obra musical de Broadway “Hamilton” y los demócratas para escribir que Mattis estaba siendo evaluado para el puesto de secretario de Defensa.

Los comentarios fueron indicios de que Trump podría estar cerca de hacer pronto más anuncios de la composición de su gabinete mientras el presidente electo trabaja para formar sus equipos de política exterior y seguridad nacional.

Durante la campaña presidencial, Trump tomó una línea dura en ambos temas. Propuso una prohibición temporal a los musulmanes que entran al país, entre otras cosas.

Incluso mientras Trump y su equipo discutieron algunos de los asuntos más importantes que enfrenta el país, el presidente electo se dio tiempo para tuitear sobre varios asuntos.

Trump recibió ayer a diversos funcionarios en el club de su centro de golf en New Jersey. En la agenda del domingo en Bedminster había visitas del gobernador de New Jersey, Chris Christie, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el secretario de Estado de Kansas Kris Kobach.

Tanto Romney como Trump se mostraron positivos tras su encuentro, un drástico cambio de tono tras un año en el que Romney se refirió a Trump como un “estafador” y un “mentiroso”, mientras que el magnate neoyorquino llamó a Romney un “perdedor”. 

Sin embargo, ambos han empezado a acercar posiciones desde que Trump derrotó a la demócrata Hillary Clinton.

Trump nominó el pasado viernes a tres hombres situados en el ala radical del pensamiento conservador del Partido Republicano, muy leales al empresario. 

Jeff Sessions, con un historial de polémicas racistas detrás, será el nuevo fiscal general; el general Michael Flynn ejercerá de consejero de Seguridad Nacional, y Mike Pompeo dirigirá la CIA.

Por su parte Giuliani, de 72 años, hizo una apuesta arriesgada en estas elecciones al convertirse en uno de los defensores más férreos del magnate. 

Esta jugada, al parecer, le saldrá bien: el otrora “alcalde de América’ (por la popularidad que ganó en el manejo de la crisis tras los atentados del 11 de septiembre de 2001) está siendo considerado para puestos de alto rango, entre ellos el de secretario de Estado y Fiscal General del país.

Su designación como jefe de la diplomacia de la primera potencia mundial sería vista como inusual dada su escasa experiencia en el ámbito internacional. 

Algunos medios estadounidenses también han señalado que su trabajo en firmas de consultoría que representaron a gobiernos y clientes que tienen una relación conflictiva con EE.UU., tal como Venezuela, lo dejaría expuesto a las mismas críticas que él profirió contra Hillary Clinton y la fundación que lleva su apellido.

Giuliani, un hombre más tolerante con el aborto y el matrimonio igualitario, no es un conservador de manual. El exalcalde incluso expresó posturas abiertas hacia los inmigrantes indocumentados durante sus años al frente de Nueva York.

Casado tres veces y abogado de formación, Giuliani se desempeñó también como funcionario de tercer rango en el Departamento de Justicia bajo el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989) y fue un fiscal federal que persiguió a los capos de las cinco familias mafiosas de Nueva York.

Lo que sigue pendiente de nominación son los cargos relacionados con el tema económico, aspecto donde ya han surgido críticas de varios sectores que prevén nombramientos de gente afín de Wall Street.