Vendedores ambulantes se enfrentan a la Policía en la capital de Guatemala

La alcaldía de la ciudad emprendió una campaña para acabar con la venta ambulante en la zona, lo que ha provocado el enfado de los comerciantes informales. 

descripción de la imagen

Por

10 November 2016

 Vendedores ambulantes que ejercen habitualmente su labor en la Sexta Avenida del centro histórico de la capital de Guatemala se enfrentaron hoy a agentes de la Policía Municipal cuando estos trataban de desalojarlos. 

La municipalidad de Guatemala emprendió recientemente una campaña para acabar con la venta ambulante en esta zona, una de las más comerciales de la capital, lo que ha provocado el enfado de los comerciantes informales. 

Esta mañana, cuando los agentes procedían a desalojar a varios vendedores se produjo un enfrentamiento que provocó varios heridos por el lanzamiento de piedras. 

Una de las vendedoras, Vanesa Solís, contó a Acan-Efe cómo un par de agentes de policía llegaron este jueves a agredirla, un hecho que le provoca conmoción, pues lleva más de 7 años en el área vendiendo sus productos, que compra de "forma legal" en un mercado cercano, y nunca había tenido problemas. 



"¿Qué quieren que hagamos?, ¿quieren que robemos?", se preguntó lacónica mientras se dolía de los golpes que le habían propinado, sobre todo en un brazo. 

Pero no es el único vendedor que se ha mostrado crítico con esta decisión de la municipalidad. Un joven de origen salvadoreño contó a Acan-Efe que hace 7 años que llegó a Guatemala y su profesión, dice, es vender "camisas, pantalones y todo lo que puedo". 

Aún así, apenas logra conseguir unos 200 quetzales al día (unos 24 dólares) en 12 horas de trabajo, y este dinero, apuntó, es para él y su madre: "Nunca habíamos tenido problema. Lo único que queremos es trabajar". 

Una anciana, que prefiere preservar su anonimato, señaló que ella vende ropa usada y joyería, y también mostró su incredulidad por la actitud de la municipalidad: "¿Qué quieren que hagamos?". 



Un grupo de estos manifestantes se desplaza en estos momentos hasta la zona 4 de la capital, en donde se encuentra la municipalidad, destrozando a su paso parte del mobiliario urbanístico, como papeleras y semáforos. 

La municipalidad está protegida por un grupo de antimotines.