En Nueva York, una de las localidades señalada como posible blanco de terrorismo, se respira un aire de tensa calma. En los aeropuertos, estaciones de metro y sitios emblemáticos de la ciudad, se han incrementado las medidas de seguridad. Algunos han notado mayor presencia policial en las calles desde hace tres días.
Para los habitantes del lugar, estas amenazas no deben tomarse a la ligera, pero tampoco les generan un pánico incontrolado. Ellos confían en sus autoridades y creen que es lógico que existan amenazas al llevarse a cabo próximamente un evento electoral que, guste o no, tendrá implicaciones mundiales. Además, Nueva York será el sitio donde Donald Trump y Hillary Clinton pasarán la noche de la elección y, en caso de ganar, celebrarán su victoria.
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"Perro que ladra, no muerde. Si ya saben que nos tienen en la mira, seguramente la policía y el Gobierno ya tienen todo bajo control. Esas amenazas son ladridos de un perro derrotado. Al Qaeda e Isis están perdiendo la guerra", comenta Juan Mendoza, un puertorriqueño radicado en Nueva York desde hace 40 años.
Amy Anderson era una niña de cinco años cuando ocurrieron los lamentables ataques del 11 de septiembre de 2001. Únicamente recuerda el dolor y tristeza en su madre, que perdió a un pariente en las Torres Gemelas.
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"Mi familia sufrió, los americanos sufrimos, el mundo sufrió por el terrorismo, que es algo deplorable y sin sentido. No quisiera que sucediera de nuevo una cosa similar. Confío en el trabajo de nuestras autoridades para prevenir cualquier ataque", dice Anderson y añade que esto no la detendrá de ir a votar. "Nos estamos jugando mucho en esta elección, entre otras cosas, cómo queremos que sean las políticas antiterroristas".
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"Una amenaza siempre da algo de miedo, pero la vida sigue adelante", comparte Robert Gómez, hijo de emigrantes mexicanos, quien dice que igualmente irá a ejercer su derecho.
A Gómez no le convencen del todo los candidatos y aún no tiene claro por quién votará. Lo único que quiere es que termine ya una campaña que, para su gusto, ha sido de bajo nivel y sin propuestas serias.
"La gente me dice: 'eres mexicano, vota por Hillary por todo lo malo que Trump dijo de ustedes'. Pero yo les respondo que ella ha estado en el poder por mucho tiempo y ha hecho casi nada por los migrantes. En estas elecciones siento que estoy como en las de México, en las que terminas votando por el 'menos peor'", cuenta.