Un trabajador del rubro de la construcción en Brasil recientemente ha ganado bastante notoriedad gracias a sus enormes músculos. Apodado como Hulk, He-Man o simplemente “El Monstruo”, Valdir Segato es toda una celebridad en su país.
Pese a tener una masa muscular sorprendente, este brasileño no se detiene. Y además de ejercitarse, se inyecta. Aceite. Un producto que podría matarlo. Lo sabe, pero continúa: "¡Quiero ser aún más grande!", asegura.
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Los biceps de Segato constituyen un récord en Brasil, miden 58 centímetros de diámetro, sin embargo, quiere superar el récord del popular egipcio Moustafa "Big Mo" Ismail que tiene bíceps de 31 pulgadas o 78. 5 centímetros, según detalla el Daily Mail.
"Cuando joven era un drogadicto demacrado y delgaducho, perdí tanto peso que me conocían como ‘el Perro Flaco’”, cuenta el brasileño, quien actualmente tiene 48 años de edad.
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“Me involucré en el mundo de las drogas y perdí peso porque no comía, me llevó a una mala vida. Cuando pude salir de las drogas me uní al gimnasio pero quería resultados más extremos que los que podía conseguir sólo con ejercicio”, agregó Valdir.
El cuerpo del brasileño comenzó a transformarse rápidamente y alguien allí le ofreció inyectarse synthol, un aceite que se inyectan muchos culturistas. Su personalidad adictiva le jugó en contra y empezó con el experimento. Pasó de pesar 55 kilos a 80 kilos.
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Segato no puede dejar de inyectarse, pese a que le advirtieron que podrían amputarle los brazos. Incluso su vida corría riesgo. "Los médicos me piden que me detenga, pero es mi decisión hacerlo porque quiero, porque me gusta", explica.
