Lynlee nació en junio en Lewisville, Texas, pero vio la luz por primera vez en marzo, pues los médicos tuvieron que intervenirla quirúrgicamente para salvarle la vida.
Cuando su madre, Margaret Hawkins Boemer, tenía apenas 16 semanas de gestación los especialistas le detectaron a la bebé un tumor en la columna vertebral que ponía en riesgo su vida.
El tumor, conocido como teratoma sacrococcígeo, desviaba la sangre del feto, elevando el riesgo de una insuficiencia cardíaca mortal.
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Ante esta situación, Margaret tenía que tomar una difícil decisión. Una de las opciones que le recomendaban era interrumpir el embarazo completamente, pero los médicos de una clínica especializada en Texas le sugieron una cirugía riesgosa, pues Lynlee tenía el 50 % de posibilidades de sobrevivir.
La madre le relató a CNN que, en la semana 23 de su embarazo, el tumor ya estaba presionando el corazón de su hija, provocando el temido cuadro de insuficiencia cardiaca.
"Fue una decisión fácil para nosotros. Queríamos salvarle la vida", relató la mujer.
Entonces optaron por la operación y con cinco meses y tres semanas LynLee fue sacada del útero de la madre para que le fuese practicada la operación.
El doctor Darrell Cass del Hospital Infantil de Texas fue parte del equipo que realizó la intervención. Según explicó el cirujano, el tumor y la bebé eran casi del mismo tamaño en el momento en que se realizó la operación.
El corazón de Lynlee prácticamente se detuvo mientras la mayor parte del tumor era extirpado, agregó el médico.
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Posteriormente, los especialistas volvieron a colocar al bebé en el vientre de su madre. Margaret Hawkins Boemer tuvo que pasar las siguientes 12 semanas en cama.
Pero todo el sacrificio valió la pena.
Lynlee llegó al mundo"por segunda vez" el 6 de junio. Nació a través de una cesárea.
Cuando Lynlee cumplió los ocho días, fue operada nuevamente para eliminar el resto del tumor.
El doctor Cass afirmó que la niña ahora se encuentra en su hogar.
Con información de BBC Mundo