Cientos de miles de venezolanos saldrán hoy a manifestar en las calles de su capital, Caracas, para protestar por la grave situación humanitaria del país sudamericano y las condiciones autoritarias con las que gobierna el régimen de Nicolás Maduro.
En este marco, El Diario de Hoy conversó con Hasler Iglesias, dirigente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, quien denuncia cómo el régimen ha hecho uso de un inusitado despliegue de cuerpos de seguridad, no para proteger a los ciudadanos sino para reprimirlos.
Asimismo, Iglesias explica cómo fue intimidado por cuerpos armados ligados al gobierno, y explica cómo, a pesar de todas las complicaciones, sigue motivando a la gente a participar en esta concentración pacífica y masiva que espera llevar al país a un referendo revocatorio que, de celebrarse este año, podría poner fin al Gobierno chavista que ha socavado la democracia y las libertades de los venezolanos.
¿Cuál es la situación previa a las marchas de hoy?
La situación nacional del país es sumamente crítica. La escasez de medicinas y alimentos ha repuntado en las últimas semanas, hay miles de personas que llegan a los establecimientos de venta de comida el día anterior, hacen cola y pernoctan en la calle para ver si pueden acceder a algún alimento.
Esto ha generado un sentimiento generalizado de indignación y frustración en la población. Y hace aproximadamente un mes se convocó para la movilización del primero de septiembre y desde ese día hasta hoy todos los sectores sociales han manifestado su apoyo a esta actividad.
Viene gente de todo el país a pesar de las complicaciones como amenazas de parte del gobierno, en el sentido de que si se movilizan hacia Caracas van a sufrir consecuencias. Quienes se han trasladado los días previos han sido detenidos en carreteras, han sido devueltos, han pasado por una serie de problemas.
Hemos visto un despliegue exagerado de las fuerzas de seguridad, cosa que no se suele ver no solamente de la Policía sino de cuerpos de inteligencia o fuerzas contra el crimen organizado, unidades contra blanqueo de capitales o contra terrorismo. Vemos gente del Ejército con armas de largo alcance. Ojalá fuera para resguardar la seguridad ciudadana pero es más una estrategia de intimidación y de miedo.
Nosotros hemos estado fomentando por una semana y media a nivel universitario y en sectores populares la participación en la marcha del jueves y hay mucho entusiasmo para participar en esta actividad.
Si pudieras identificar a quiénes van a participar en esta marcha, ¿quiénes son los que van a marchar?
La marcha se origina por una convocatoria que hace la Mesa de la Unidad Democrática y nosotros, el movimiento estudiantil, fuimos los primeros que reforzamos la convocatoria. Lo han hecho también los gremios de enfermeros, de médicos, de periodistas, de profesores, los sindicatos de trabajadores, incluso organizaciones sociales enfocadas en temas alimentarios, de los derechos de los niños, derechos humanos, las universidades y los ciudadanos y trabajadores que a pesar de no estar organizados en una institución, pero con el cara a cara han manifestado que van a participar.
¿Cuánta gente se espera?
Estamos hablando de que, si se logra movilizar hacia Caracas a la gente que vive al interior del país, estaríamos alcanzando una cifra cercana a un millón de personas.
¿La reacción del Gobierno es inusitada? ¿Revela su punto más débil?
Por supuesto. No solo eso, sino la ola represiva o intimidación que ha habido. Yo recibí una amenaza que llegó a la puerta de mi casa. Desde ese día hasta hoy ha habido traslado de presos políticos que tienen arresto domiciliario hacia centros de detención, como el caso de Daniel Ceballos. Ha habido traslado de presos políticos de una cárcel común a una más álgida. Ha habido órdenes de captura, como por ejemplo la del alcalde de Maturín, Warner Jiménez. Ha habido detenciones de dirigentes políticos de varios partidos. Capturaron a Yon Goicoechea, dirigente de Voluntad Popular (partido socialdemócrata de oposición). Allanaron la casa del diputado Lester Toledo de Maracaibo.
Ha habido toda una ola de intimidación de dirigentes políticos y sociales en los días previos al primero de septiembre, además de las intenciones demostradas del gobierno, como la hecho en otras ocasiones, de que hoy cierre las estaciones de metro para impedir que la gente pueda llegar a los puntos de concentración por el principal medio de trasporte de Caracas, el cierre de vías, la paralización del transporte, etc.
No solo buscan bloquear por la vía del miedo, sino en términos logísticos, evitando que las personas lleguen al punto de concentración.
Con respecto a las amenazas a tu persona, ¿de qué trató?
El miércoles de la semana pasada tuvimos una jornada nacional de protestas con estudiantes de 36 universidades y presencia en 16 estados del país, fue muy exitosa la jornada. Al volver, fuera del domicilio de mi mamá estaban unos panfletos con mi nombre y apellido diciendo 'Hasler Iglesias, en caso de seguir participando en protestas estudiantiles, serán tomadas acciones drásticas en tu contra'.
Eso lo hacen las Fuerzas Bolivarias de Liberación, que al investigar su nombre en Google uno mira que es un grupo armado asociado a la guerrilla colombiana, con presencia en la frontera con Colombia que han tenido otras acciones intimidatorias en Caracas, que han detonado las 'cajas de sonido' o explosivos caseros en los alrededores de la Asamblea Nacional a inicios de año y que han enviado esos panfletos a otras residencias. En este caso, a mi nombre.
Esto ya fue denunciado en Fiscalía y la Defensoría del Pueblo y estamos esperando la respuesta de estos casos.
¿Cuál es la vinculación de este grupo, formal o informal, con el Gobierno?
Una vinculación que todos los venezolanos conocemos a pesar de que no la admitan quienes están en el Gobierno. Ellos mismos se denominan un "colectivo que no permitirá más acciones de la derecha", y esta palabra "colectivo" es un nombre que utilizan los cuerpos armados financiados por el Gobierno y que han sido defendidos por varios dirigentes gubernamentales.
Esta vinculación está a la vista de todos y estos no son hechos aislados, sino una continuación de otras amenazas a otras personas. Eso es parte de todo este plan en el que, usando cuerpos de seguridad, quieren crear una ola de terror a los venezolanos.
¿Qué teme el régimen, qué está en juego en esta ocasión?
Efectivamente luego de muchos años hay una capacidad electoral que puede dar fin a este gobierno. Este gobierno no le teme a la Fuerza Armada, tiene control sobre esta, sobre el Tribunal Supremo de Justicia y muchos sectores económicos y eso lo ha mantenido blindado, además del apoyo popular que tuvieron, pero eso se perdió de manera que ante la alta probabilidad de un régimen revocatorio ellos están claramente con miedo.
Especialmente tienen miedo por la red entramada de corrupción y negocios oscuros que ellos saben que al salir del Gobierno estarán expuestos a ser investigados y condenados. El temor del Gobierno no es la violencia, ninguno de los que está convocando ha hablado de una acción subversiva, sino todo lo contrario, una acción ciudadana de tipo pacífico.
Eso es lo que les preocupa a ellos que se pueda señalar. El Gobierno estaría muy cómodo si las personas subvierten el orden público, así los reprimen, pero les provoca incomodidad que la manifestación sea de miles y miles de personas de manera pacífica.
Por eso están por todas las maneras formas de reducir la cantidad de personas que salgan a manifestar.
¿Y quienes van a manifestar han trascendido las ideologías?
Sí, incluso hemos hablado con personas que han apoyado a este Gobierno en su momento y dicen que respaldan "el legado de Hugo Chávez" pero que esta situación está tan desbordada que la única solución es el referendo revocatorio.
El revocatorio ha unificado a todas las personas que sufrimos la crisis y no tenemos ninguna vinculación o recibimos alguna prebenda de parte del Gobierno. Quienes creen que está todo bien son aquellos que tienen privilegios particulares. De hecho, según las encuestas es apenas el 20% del país el que se opone al revocatorio.
¿Quién es este 20% que lo apoya?
Ahí hay empleados públicos que dependen económicamente para sobrevivir del Gobierno, porque ocupan puestos de confianza o reciben privilegios que el régimen da, como el suministro directo de comida o medicinas. Esto es un porcentaje pequeño de venezolanos.
Además, los militantes del Partido Socialista Unido Venezolano, que en su mejor momento tuvo afiliados siete millones de venezolanos, casi la mitad del electorado, y pasaron de eso al 20% del país da entender que mucho del apoyo del Gobierno se está desmoronando.
¿Cuál es un último mensaje que darías previo a la marcha de hoy?
Que llamamos a todos los venezolanos a vencer el miedo y salir a defender nuestro derecho a manifestar pacíficamente.