Los movimientos ciudadanos

A todos los funcionarios y líderes políticos, con mucho respeto les decimos, este país, también es de nosotros

descripción de la imagen

Por

30 September 2015

Mucho se ha hablado de los movimientos ciudadanos en sus distintas expresiones, cuestionando la mayoría de detractores, no la conveniencia o necesidad de sus propuestas o planteamientos, sino más bien, sin fundamento o prueba alguna, ponen en tela de juicio quién o quiénes, a su parecer, están detrás de dichas expresiones, buscando así minar la credibilidad de la propuesta.
   
Los detractores, buscan atribuir las expresiones ciudadanas al bando político contrario, entre lineas se lee el siguiente mensaje; “si tú no perteneces a uno de los dos partidos mayoritarios, no tienes voz”. Para los críticos de los movimientos ciudadanos es imposible pensar que un grupo de personas pueda definir por sí mismo una línea de pensamiento y elaborar un planteamiento acorde. Para estos personajes, todos somos súbditos de uno de los dos partidos mayoritarios y,  por ende, dan por nula cualquier expresión de autodeterminación o iniciativa individual.
 
A los ojos de estos, la libre expresión sólo existe dentro de los márgenes de las opiniones político partidarias vigentes, platean un duopolio del pensamiento político, en el que los dueños son las dos fuerzas mayoritarias. Una visión corta e interesada de la realidad. En su opinión, los opositores del libre pensamiento, fallan en entender, que el abstencionismo electoral, es precisamente un rechazo a las fuerzas políticas actuales. Miles de ciudadanos, simplemente no se sienten representados por los institutos políticos o,  en ocasiones, no están de acuerdo en todos los temas con una misma filosofía partidaria, prueba de ello el voto cruzado. 

Los funcionarios de elección publica o segundo grado, lejos de socavar, deben buscar entender la inconformidad expresada por medio de la propuesta, especialmente antes de criticar. Estas expresiones civiles, les presentan una oportunidad de recolectar información, útil para su gestión publica. El resultar electo en comicios, es sólo el principio del ejercicio democrático. Una vez juramentado en el puesto, el funcionario enfrenta el reto, de entender y resolver los problemas del elector, los cuales cambian con el tiempo y circunstancias. En esta tarea, la ciudadanía puede y debe ser de gran ayuda. 

Como parte de la sociedad civil, todos tenemos derecho a expresarnos y a ser escuchados, sin miramientos ni juicios de valor preconcebidos. Las propuestas de hoy, deben ser analizadas por nuestros funcionarios a través del lente del tiempo, por ejemplo: ¿Una CICISV será conveniente para el país cuando yo ya no sea gobierno sino oposición? ¿Las elecciones de funcionarios de segundo grado están libres del sesgo partidario? Si la respuesta es no, ¿Que pasará cuando yo deje de ser partido en el gobierno o mayoritario? En el pasado, más de un partido ha tomado posturas asumiendo que estarían eternamente en el poder, hoy pagan la cuenta de sus malas decisiones.
 
El Salvador ha despertado, los ciudadanos no estamos dispuestos a ser simples espectadores; queremos aportar, contribuir, participar del debate. Al gobierno de turno, siempre le convendrá escuchar atentamente al elector, así como también, a los electores nos debe interesar, que el gobierno de turno, sea exitoso en su gestión. Escucharnos, es algo mucho más dinámico y complejo que analizar los resultados en las urnas cada tres o cinco años. A todos los funcionarios y líderes políticos, con mucho respeto les decimos, este país, también es de nosotros. Juntos, ustedes en su calidad de gobernantes y nosotros como parte de la sociedad civil, podemos construir día a día una nación libre de violencia, corrupción e impunidad.
 

*Colaborador de El Diario de Hoy. @jpelsalvador