Según un comunicado del Ministerio de Unificación de Corea del Sur, el líder de Corea del Norte habría ordenado la ejecución por fusilamiento de su viceprimer ministro encargado de los programas educativos del país, Kim Yong Jin, por sentarse mal durante una reunión.
Según el comunicado: "Había mostrado una actitud negativa cuando asistió a una importante reunión parlamentaria a finales de junio".
Kim Yong-Jin de 63 años fue interrogado y después ejecutado tras ser considerado "elemento antirrevolucionario". Esta noticia se une a las otras dos desapariciones de los políticos norcoreanos Kim Yong-chol y Choe Hwi, que según el régimen de Corea del Norte, fueron enviados a trabajar a una granja.
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Medios internacionales dicen que aunque el extremo hermetismo de Corea del Norte hace imposible confirmar la noticia -en no pocas ocasiones este tipo de informaciones se probaron erróneas- una mayoría de expertos en Seúl confían en su veracidad.
"Al ejecutar al viceprimer ministro, que ostentaba una gran autoridad en el régimen desde la era de Kim Jong-il (el padre del actual líder, fallecido en 2011), Kim Jong-un busca mantener a raya a los funcionarios que llevan mucho tiempo en las altas esferas políticas", explicó el analista político surcoreano Shim Jae-hoon.
Shim considera que el joven dictador "seguirá eliminando a figuras influyentes del régimen y reemplazándolas por confidentes cercanos para consolidar y fortalecer su poder político".
Seúl atribuyó el fusilamiento al "reino del terror" que aparentemente el líder impuso en el país desde su llegada al poder hace casi cinco años, período en el que dictó decenas de ejecuciones de alto nivel, la más sonada la de su tío Jang Song-thaek en diciembre de 2013.
(Con información de Antena 3 y La Nación)