Cae en España red que explotaba a empleadas nicaragüenses

Según las autoridades, las oprimían laboralmente y las obligaban a tener relaciones sexuales con el jefe de la trama para pagar deudas

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La Policía Nacional española arrestó a ocho miembros de una banda que captaba a mujeres de escasos recursos.

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07 August 2016

ESPAÑA.  La Policía Nacional detuvo a ocho miembros de una red que captaba mujeres nicaragüenses con necesidad económica para trabajar de empleadas del hogar en España, donde, al haber contraído una deuda con la organización, eran explotadas laboralmente e incluso obligadas a tener relaciones con el cabecilla para rebajarla.

El cabecilla de la trama, que fue detenido en abril en Murcia, y que responde a las iniciales J.E.S.A., es de nacionalidad nicaragüense y habría traído unas 185 mujeres a España para explotarlas desde  2009, según informó la policía nacional en Murcia.

Para el viaje, la banda les daba la documentación y pasaportes necesarios, de modo que contraían una deuda de  4,500 euros ($4,989) y que avalaban con la vivienda que ocupaban con su familia en Nicaragua. La cantidad se incrementaba progresivamente (a un interés que a partir del octavo mes llegaba al 10% mensual) haciéndose, en ocasiones, imposible de pagar.

Para hacerle frente, las víctimas debían pagar en torno a los 600 euros ($665) al mes en metálico, cantidad que normalmente no conseguían reunir con su trabajo en el servicio doméstico, por lo que algunas de ellas se veían obligadas a tener relaciones sexuales con el cabecilla a cambio de rebajar dicha deuda.

Los encuentros eran además grabados con cámara oculta y sin el consentimiento de las víctimas, que después eran amenazadas con su publicación si no pagaban.

La investigación se inició con una llamada  contra la trata de seres humanos en la que se denunciaba la existencia de una persona que se estaría dedicando a traer chicas procedentes de Nicaragua para trabajar en el servicio doméstico a cambio de dinero. 

Agentes de la lucha contra la trata de seres humanos se hicieron cargo de las pesquisas y descubrieron la existencia de una red que operaba desde 2009, dirigida por la familia del cabecilla.

Control del cabecilla

Averiguaron también que, una vez en España, las víctimas eran recogidas por miembros de la red que las trasladaban a Murcia, donde eran recibidas por el cabecilla que se encargaba de alojarlas en pisos que tenía alquilados.

Por el alojamiento tenían que pagar 70 euros ($77.6) semanales, aunque fueran varias las personas con las que tuvieran que compartir habitación, viviendo, por lo tanto, en deplorables condiciones higiénicas y de hacinamiento. De esta manera además, la deuda inicial se iba incrementando continuamente.

El máximo responsable controlaba a las víctimas de forma obsesiva, aconsejándolas que no se fiasen de nadie salvo de él, obteniendo copias de todos sus documentos de las víctimas e incluso sus pasaportes originales o abriendo su correo, todo ello para asegurarse de que pagarían su deuda.

El jefe de la red las amenazaba con quitarles sus propiedades si le denunciaban, lo que las víctimas no hacían por miedo a sus amenazas o a ser expulsadas de España, ya que muchas se encontraban en situación irregular.

El balance final de la operación, que se ha desarrollado en tres fases, se ha saldado con 6 detenidos en Murcia y 2 en Madrid y un total de 185 personas que son o han sido víctimas de la organización localizadas, de las cuales 44 habrían sido víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación laboral.

Además, de la abundante documentación intervenida en los registros domiciliarios practicados, se desprende que más de 75 personas habrían contraído deudas con la organización a través de préstamos usureros y al menos 45 personas diferentes aparecen en los vídeos de contenido sexual intervenidos. La investigación continúa abierta y no se descarta localizar nuevas víctimas de esta organización.

Otras actividades

Durante el registro en el domicilio en Murcia del principal investigado, los agentes intervinieron material pornográfico de imágenes de relaciones sexuales que el cabecilla mantenía con chicas -entre ellas las de unas 19 víctimas de trata, de las traídas por la organización- y que habían sido obtenidas sin su consentimiento. También encontraron imágenes en las que el responsable de la organización aparece abusando sexualmente de alguna de sus víctimas.