La verdad sobre la desestabilización

Lo preocupante es que desde las más altas posiciones del gobierno, cualquier ciudadano que opine diferente se convierte en un “agente encubierto” de sus adversarios políticos y lo acusan de “golpista”

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31 August 2015

Recientemente escuchamos al secretario de Gobernabilidad Hato Hasbún en una entrevista decir que catalogaba como desestabilización toda forma de comunicación en contra del gobierno que no fuera verdad. Lo que pide el secretario de Gobernabilidad es justo y todos estamos bajo el mandato de nuestros gobernantes, aun cuando no hayamos votado por el partido político que los propuso. Esto no quiere decir que seamos borregos que al ser trasquilados nos quedamos inmóviles. Debemos de ser objetivos en la evaluación de la gestión gubernamental, y para eso necesitamos que exista transparencia en la información. El término de transparencia se ha puesto de moda, y para la tristeza de algunos funcionarios, una transparencia a medias solo se percibe como una cortina de humo para calmar la creciente conciencia de la población sobre la corrupción.

La pregunta que me hago cuando escucho al secretario Hasbún es ¿cuál verdad? ¿Quién define lo que es verdad? No nacimos con un politígrafo (término acuñado por El Faro) para saber si algo es verdad, verdad a medias, exageración de la verdad, engañoso, insostenible, etc. Por tanto, la aseveración del secretario parece ser más una censura encubierta. Los ciudadanos tenemos que ser rigurosos en la búsqueda de la información y en crear nuestra propia opinión. No podemos caer en el juego político de tomar un bando sobre cualquier tema, solo porque le conviene o no al partido político con el cual simpatizamos. Eso solo es justificable para los fanáticos o los que se lucran de los mismos. La actitud de escorpión debe ser desechada, y debemos buscar el progreso de nuestro país, aun si eso implica apoyar a un gobierno (central o municipal) del partido con el cual no simpatizamos.

En la política, los desaciertos de unos son los triunfos de otros. Esto es lo que está a la base del artículo del secretario de Comunicaciones de la Presidencia Eugenio Chicas, en el cual propone que la crítica que recibe el Estado es parte de un “plan maestro” para desestabilizar. El secretario Chicas acepta, sin responsabilizar a sus adversarios políticos, que la crítica que recibe llega en el peor momento, porque la población sufre una agresión criminal pandillera, sabotaje económico vía extorsión, boicot al transporte, terror sistemático, etc. Pero los desaciertos no los generan los partidos de oposición, si no más bien son una realidad de la capacidad de gestión del partido de gobierno. Lo preocupante es que desde las más altas posiciones del gobierno, cualquier ciudadano que opine diferente se convierte en un “agente encubierto” de sus adversarios políticos y lo acusan de “golpista”. Lo que nos lleva a los ciudadanos a alzar nuestra voz es la mala gestión, la corrupción, la impunidad. Soy un proponente que debemos respetar a nuestros gobernantes, pero al mismo tiempo, los funcionarios tienen que respetar nuestra libertad de expresión y no TRATAR de amedrentarnos con declaraciones inflamatorias. Estamos en la época de la comunicación, las redes sociales y el despertar de la conciencia ciudadana, por lo que la lucha por la impunidad nos une.

Tenemos que estar unidos y esto implica unirnos con el gobierno para luchar contra los problemas del país. Sin embargo, si los funcionarios no aceptan la crítica y tratan de reprimir a la sociedad, no será posible el trabajo en equipo. Estoy seguro que la población está lista para que el Presidente nos lidere y llame a combatir el flagelo de las maras. Los salvadoreños estamos listos para que en coordinación con las fuerzas del Estado y dentro de la ley, se establezca una fuerza de protección comunitaria y efectiva que sea permanente y permita la recuperación de los territorios.

Las cifras que tenemos de muertes han roto todos los récords y desafortunadamente, vemos más acciones para combatir a la supuesta “desestabilización” que a la delincuencia y específicamente a las maras. Esto me hacen recordar la frase célebre de Albert Einstein: “Es difícil decir qué es la verdad, pero a veces es tan fácil de reconocer una mwntira”. Los ciudadanos queremos resultados y estamos listos para acompañar al gobierno en el combate del crimen.

*Colaborador de El Diario de Hoy. 
@luisportillosv