ROMA. El primer ministro italiano, Matteo Renzi, dijo hoy que son "al menos 120 los muertos" y 368 las personas heridas tras el terremoto de magnitud 6.2 en la escala abierta de Richter que en la madrugada afectó a varios pueblos del centro del país.
Tal y como informa el diario italiano "Corriere della Sera", entre las víctimas podría haber un número elevado de niños.
"Italia es hoy una familia golpeada, pero que no se detiene", dijo Renzi, durante una comparecencia desde Rieti donde acudió para seguir la emergencia, en la que precisó que esas cifras se referían a las víctimas de las localidades de Amatrice y Accumoli.
La tierra tembló a las 3:36 am hora local, con epicentro en la población de Accumoli, en la provincia de Rieti, y duró unos 30 segundos, según los datos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.
Además de las vidas humanas, Italia lamenta hoy la destrucción de su increíble patrimonio. Norcia y Amatrice, devastados por el seísmo e incluidos en la lista de "I borghi più belli d'Italia" (los pueblos más bellos de Italia), se encuentran hoy en ruinas. "Los pueblos ya no existen", dicen los alcaldes de ambas localidades. "La situación es crítica", afirma Protección Civil del Lazio. Los pueblos afectados están disponiendo centros de acogida para las numerosas personas que se han quedado sin casa.
El terremoto también ha sido advertido en Bolonia, Roma y Nápoles, donde no se han registrado daños. La violenta sacudida ha causado el pánico en el centro de Italia y particularmente entre los habitantes de L'Aquila: el recuerdo del terremoto de hace siete años, con 309 víctimas, está aún muy vivo en la población.