JJ.OO. en carrera con obstáculos

La justa se desarrollará entre el 5 y 21 de agosto y los problemas que enfrentan los brasileños, recuerdan lo vivido con la pasada Copa del Mundo que, al final, resultó un éxito.

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Vista de la tienda oficial de los Juegos Olímpicos Río 2016 que fue inaugurada en la playa de Copacabana

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02 July 2016

Dilma Roussef fue destituida de manera temporal. Brasil ha logrado montar un fuerte precedente para sus generaciones y las de Latinoamérica. Ha destituido a su propia presidenta para enjuiciarla y que rinda cuentas a la nación.


El clima en Brasil no deja de ser tenso. La presidente irá al banquillo de los acusados y el mundo entero se ha sentado a esperar el resultado.

¿Dilma Roussef culpable o inocente? Entre tanto, los organizadores de los Juegos Olímpico se las ingenian para llenar de alegría y de buena vibra el ambiente en Brasil, para alojar a deportistas y turistas. Pero hay otra amenaza, la del virus del zika, temible por donde se le mire.


Brasil ya ha pasado por esta incertidumbre. Durante la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, en el 2015, la efervescencia política de esos días no logró frenar los goles ni las emociones de las multitudes, los estadios se llenaron, los bares se coparon y las calles se inundaron de samba y caipiriña.


¿Se repite la historia? Los organizadores de los Juegos Olímpicos están empeñados en volver inolvidable la justa, además que se las ha metido entre ceja y ceja que serán los mejores de la historia.


Y de eso da fe el embajador de Brasil en El Salvador, José Fiuza Neto, indicando que las autoridades de salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), tienen controlado el virus del zika.


El estado realiza casi a diario inspecciones sobre los focos de infección en los escenarios donde se realizarán las competencias.
La OMS incluso no ha dado ninguna restricción para viajar a Río de Janeiro, a excepción de las mujeres embarazadas, y la Organización Mundial de Turismo apoya a las autoridades, evitando dar alguna dar restricción de viaje o de comercio.


“Claro que los turistas y viajeros deben tomar precauciones como en todas partes donde el virus ha llegado”, dice Fiuza Neto.
Otro punto a favor es que los juegos serán en invierno cuando el zancudo tiene menos influencia, a parte que el virus se propaga más en el campo y no en la ciudad, como Río.


Está también lo de Dilma Rousseff, que dejó a la sociedad inmersa en una tremenda división, protestas y enfrentamientos.
“La realización de los Juegos Olímpicos no depende absolutamente de quién sea el presidente, porque esa es una responsabilidad del pueblo, del Estado”, razona el embajador.


Citó que ya este tipo de alborotos se dieron durante la Copa del Mundo que, al final, se desarrolló de manera normal. 


“Había duda con el Mundial. Y ha sido uno de los mejores campeonatos. Y este es el espíritu de los Juegos”, añade el funcionario brasileño.
“No es relevante para los Juegos Olímpicos quién sea el presidente, quién esté en el poder, hay un compromiso lo más firme posible, del Estados brasileño, del pueblo, de realizar, sino los mejores, uno de los mejores Juegos Olímpicos de la era moderna”, insistió.

Las 4 preocupaciones antes de la justa

1. ZIKA. Brasil es el país que ha experimentado más casos de zika, una enfermedad que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegyptiaunque las autoridades brasileñas consideran que en la época de los Juegos, en el invierno austral, no hay incidencia del insecto.

2. PRESIDENTA. El juicio político a Dilma Rousseff se le sigue por estar acusada de haber alterado los presupuestos mediante decretos no autorizados por el Congreso, como prevé la ley, y de haber contratado créditos con la banca pública para financiar programas sociales de su Gobierno, lo cual también está prohibido.

3. SEGURIDAD. Andrei Rodrigues, responsable de supervisar la seguridad de Brasil durante eventos especiales, dijo que no habrá un impacto en la justa pese a los cambios de personal realizados. Se contempla que haya 85.000 efectivos brasileños de seguridad en las calles, una de las mayores operaciones policiales en la historia de los Juegos. Se teme incluso por atentados.

4. CRISIS FINANCIERA. Un funcionario reconoció que la crisis financiera del estado de Río de Janeiro representa el mayor problema para la seguridad pública durante los Juegos, pero insistió en que los problemas se resolverán a tiempo para las Olimpíadas.

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