Zoran Jurkovic se encontraba montando en su bicicleta en Petrovci, Croacia, cuando le cayó un rayo. En ese momento, llevaba puestos su casco, el chaleco reflectante y unas botas de goma que siempre llevaba para trabajar.
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Así que, cuando el rayó le cayó en la cabeza, la carga eléctrica no se abrió paso hasta los pies (como suele suceder) debido a las botas, lo que evitó que la electricidad dañara sus órganos. El rayo, sin embargo, pasó a través del cuerpo de Jurkovic siguiendo el recorrido de los cables de la radio portátil que llevaba atada a la cintura. En ese momento, la carga eléctrica abandonó el cuerpo de Zoran saliendo por su pene.
Según recoge el diario ‘The sun’, unos testigos del momento entonces recogieron al hombre, el cual se había caído de la bici y salía humo de su cuerpo, y lo llevaron al hospital, donde los médicos se sorprendieron al comprobar que no había rastro de electricidad en su cuerpo.