CARACAS. Más de 100,000 venezolanos cruzaron a lo largo del fin de semana la frontera con Colombia, abierta temporalmente para la ocasión, donde compraron alimentos, artículos de primera necesidad y medicamentos que escasean en su país.
Inicialmente, las autoridades de los dos países habían previsto abrir el “corredor humanitario” por los pasos fronterizos que unen la ciudad colombiana de Cúcuta con las venezolanas de San Antonio del Táchira y Ureña ayer, pero la expectación hizo que miles de personas se apostaran en la frontera desde el sábado.
Ante esa presencia de venezolanos, las autoridades abrieron el paso por el que cruzaron unas 44,000 personas el sábado y alrededor de 63,000 ayer, según datos de la cancillería colombiana.
Quienes cruzaban, hombres, mujeres y niños, lo hacían agradecidos a Colombia y, en algún caso, emocionados. Del lado colombiano les recibieron agentes migratorios, policías y militares, a los que saludaron, hicieron fotos e incluso abrazaron entre lágrimas por permitirles el acceso a Colombia a comprar alimentos y comida.
La necesidad de acudir a por alimentos, paliada parcialmente con la visita de este fin de semana, se plasmó en algunas pancartas que portaban los ciudadanos venezolanos.
“Feliz día del niño. Por fin comida digna y un paseo para mis hijos #mujerguerrera”, se podía leer en el cartel que portaba una venezolana.
Los ciudadanos venezolanos entraron a las ciudades colombianas de Cúcuta y Puerto Santander a través de los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y La Unión, indicó Migración Colombia.
“Estoy feliz y contenta porque voy a comprar lo que necesito para mi hogar, porque no soy una persona millonaria y necesito comprar alimentos a buen precio y no al precio de ‘bachaqueo’ (contrabando) como en Venezuela. Voy por papel higiénico, mantequilla, aceite, arroz, leche, lo que pueda”, declaró Coromoto Ramírez, comerciante de 45 años.
Por su parte, la profesora jubilada Elena Bautista, de 54 años, dijo que “es una alegría ver este mar de personas, y vamos en busca de comida y de pasar un rato divertido, porque a eso también vamos”.
Agregó que cruza la frontera para comprar “porque en Venezuela no se consigue nada. Yo vivo en Rubio (Táchira), y allá no hay comida”.
Elio Camacho, de 27 años, dijo que viajó desde Barquisimeto (Lara, a 580 km del paso fronterizo), para comprar alimentos y medicinas. “Viajé 7 horas, pero conseguí lo que buscaba”, manifestó mientras retornaba a territorio venezolano con las compras.
Las autoridades colombianas mantuvieron hasta las 5 pm habilitados los accesos.
Los pasos entre el estado venezolano de Táchira y el departamento colombiano de Norte de Santander, cuya capital es Cúcuta, fueron cerrados el 19 de agosto del año pasado por orden del gobernante venezolano, Nicolás Maduro, como parte de una campaña contra el contrabando y supuestos paramilitares.
Ésta se extendió posteriormente a todos los cruces entre los dos países, que comparten una frontera de 2,219 km.
La carestía sigue creciendo en Venezuela, con inflación de triple dígito, controles monetarios que limitan las importaciones e inversiones y el derrumbe de los precios del petróleo que financia el gasto oficial.
El régimen chavista trata de desacreditar las declaraciones sobre una crisis humanitaria y prefiere atribuir la escasez a sus enemigos y los contrabandistas. Maduro calificó de “show mediático” las imágenes de medio millar de mujeres que atravesaban el retén y decían que estaban desesperadas por conseguir alimentos.