El Ministro de Gobernación, Francisco Rivas, confirmó en conferencia de prensa algunos nombres de las personas que murieron durante un motín en la cárcel de Pavón, en el que fue asesinado Byron Lima Oliva, condenado por el asesinato de monseñor Juan Gerardi.
No todos han podido ser identificados, pero entre los reconocidos está una mujer identificada como Joanna Birriel, originaria de Misiones, Argentina. El funcionario agregó que la víctima visitaba al menos una vez al mes a Lima Oliva.
Fue asesinada dentro de la prisión mientras sostenía una reunión con Byron Lima, momento que se produjo en simultáneo con el ataque. La identificaron por los documentos que llevaba.
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Hasta ahora los datos sobre la víctima extranjera son escuetos. En el mundo del modelaje, una colega suya, recordó que Birriel llegó junto con su novio, también argentino, en 2011. Entonces él se dedicó al baile en una discoteca y ella trabajó en modelaje, especialmente de productos en venta por catálogos. También laboraba como edecán para diferentes eventos.
Ella y su pareja rompieron posteriormente y Birriel volvió a Argentina. Este 2016, sus compañeras de modelaje, establecidas en Guatemala, supieron nuevamente de ella, cuando volvió a Guatemala.
En abril contactó a una antigua colega y le pidió los antiguos contactos para las empresas a las cuales había prestado sus servicios en el pasado. “Me dijo que cualquier cosa que supiera de trabajo, que por favor le avisara,” contó una de sus compañeras modelos.
Luis Alberto Lima Oliva, hermano del militar asesinado ayer en la prisión, confirmó que Birriel laboraba para ellos. A través de mensajes de texto Lima Oliva explicó que tenía, junto con su hermano, una empresa para construir parques biosaludables. Un servicio que ofrecían a diferentes alcaldías. Y Birriel, graduada como Técnico en Gestión Ambiental, junto con su actual novio (agrónomo de profesión) les asesoraba para revisar la calidad de los parques: máquinas biodegradables, resistencia, entre otros.
El ataque, en el que se vieron implicados unos 25 reclusos, ocurrió cuando al menos 125 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas se encontraban en el interior de la cárcel visitando a sus familiares, las que fueron evacuadas en un operativo en el que participaron mil agentes, entre policías, guardias y militares.