Coloridos grupos de jóvenes y alegres peregrinos de todo el mundo llenaban el miércoles las calles de Cracovia, en el sur de Polonia, apenas unas horas antes de que el papa Francisco llegara para sumarse a las celebraciones del Día Mundial de la Juventud, una cita católica multitudinaria.
Será la primera visita de Francisco a Polonia, un país de mayoría católica que sigue sintiéndose orgulloso de ser el país natal del fallecido Juan Pablo II, que sirvió como sacerdote y arzobispo en Cracovia antes de convertirse en papa.
El tono de expectación era evidente en la soleada Cracovia, decorada con banderas vaticanas amarillas y blancas y con una amplia presencia policial.
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Se erigían escenarios y altares en varios lugares, para conciertos y otras presentaciones en honor a los peregrinos que estaban llegando a Cracovia.
El Papa ya viaja hacia Polonia. En la tierra de Juan Pablo II lo esperan fuertes medidas de seguridad pic.twitter.com/JKHqaVNLFB
— TN - Todo Noticias (@todonoticias) 27 de julio de 2016
También había una fuerte presencia de policías y otros agentes de seguridad por toda la ciudad, a medida que crecían las multitudes de espectadores.
Las previsiones meteorológicas apuntaban a posibles tormentas más tarde el miércoles. Unos 200,000 peregrinos asistieron el martes por la tarde a una misa inaugural.
Pilgrims in Poland readying to welcome Pope Francis https://t.co/bytILKkIkl pic.twitter.com/DKMCWPzEDL
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Sin embargo también cundía cierto aire de tensión tras el asesinato el día anterior de un cura en Francia, y luego de los recientes ataques terroristas en Francia y Alemania. Las autoridades polacas han dicho que han desplegado decenas de miles de agentes de seguridad para el evento, que culminará el domingo.
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"Quedó asombrada porque pareciera que esperaron hasta el Día Mundial de la Juventud para atacarnos a los católicos", dijo Nounella Blanchedent, de 22 años y oriunda de Guadeloupe, una isla francesa en el Caribe.
"Eligieron un evento masivo para atraer más atención. Es una lástima porque lo único que queremos es estar juntos, cantar y alabar a Dios. Y ellos quieren impedir eso. Es un desastre".
¡Vivamos juntos la JMJ de Cracovia!#Krakow2016 https://t.co/TeH8cqI5rX
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 27 de julio de 2016
Blanchedent estaba entre los voluntarios que ayudaban a los responsables de seguridad y logística en la Iglesia de Santo Casimiro, donde se oficiaba una misa en francés para peregrinos que vinieron de Francia, Bélgica y otros países.
Para la ocasión se trajeron reliquias de la iglesia Santa María Magdalena en Francia para ser exhibidas en el altar.
"Su presencia nos ayuda a concentrar nuestras plegarias y acercarnos a Dios", dijo Blanchedent.