ITALIA. Se trata del Castillo de Sammezzano, que se encuentra en Reggello, a unos cuarenta kilómetros al sur de Florencia, en la Toscana.
Situado en una pintoresca colina y rodeado de frondosos bosques de robles, el castillo de Sammezzano es un ejemplo extravagante de fina arquitectura italiana.
La historia de los orígenes del Castillo de Sammezzano se remonta al año 780, fecha en que parece haber acogido a Carlomagno acompañado de su esposa y su hijo.
Construido al comienzo del siglo XVII por orden de Fernando de Aragón, fue en 1878 residencia del Rey de Italia Humberto.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el castillo de Sammezzano fue utilizado como un hotel de lujo con apartamentos, spa, campo de golf y club de campo, hasta su cierre en 1990. A pesar de algunas obras de restauración urgente en 1999, después de haber sido vendido a una compañía británica, se ha abandonado y cerrado al público en gran parte.
En su interior no hay electricidad ni agua. En abril de 2012, sin embargo, se formó un comité para promover y mejorar Sammezzano, el FPXA 1813-2013, acrónimo de Ferdinand Panciatichi Ximenes d'Aragon.
El castillo permanece cerrado al público, salvo raras excepciones, en que el comité organiza conjuntamente con los propietarios una visita guiada.
En 2014 el castillo de Sammezzano formaba parte de la lista de la FAI (Fondo Ambiente Italiano) y tenía uno de los veinte primeros lugares de la gente votó para ser restaurado a su antigua gloria.
Interior de uno de los cuartos de baño.
El castillo cuenta con 365 habitaciones, cada una de ellas diferente una de la otra.
Además de las imágenes también describen el palacio los nombres de sus salas: Salón de los lirios, Sala de los amantes, Sala de las estalactitas, Salón de los Espejos, y el Salón de los pavos reales.
Todo el edificio tiene un estilo que mezcla lo gótico, hindú y árabe.
Para realizar el trabajo que le llevó 40 años, Ferdinando Panciatichi Ximenes se inspiró en libros de viajes, particularmente de Gran Bretaña, que en esos momentos circulaban por Europa.
Vista del Salón del Pavo Real.
Actualmente el castillo se encuentra en un ambicioso proyecto de restauración. No obstante, abre en ocasiones especiales, y es visitado por personas de toda Italia.
Para más curiosidades, está rodeado de un parque de secuoyas gigantes que ya cuenta con un siglo y medio de crecimiento.
A pesar de una reforma en 1999, mantener una propiedad así exige una importante cantidad de dinero, por lo que ha estado en estado de abandono durante más de una década.
Este tesoro arquitectónico funciona sin electricidad ni agua y sin embargo está rodeado por más de 450 hectáreas de bosques, jardines, senderos serpenteantes, estanques tranquilos y fuentes que brotan en sus alrededores.