EREVÁN. El Papa y el Patriarca apostólico armenio denunciaron ayer la “inmensa tragedia” que encarnan las personas que huyen de los conflictos y destacaron que, en este contexto, la persecución religiosa se ha convertido en “una realidad cotidiana”.
“Aún somos testigos de una inmensa tragedia que se da ante nuestros ojos: innumerables personas inocentes asesinadas, deportadas, obligadas a un doloroso e incierto exilio por los continuos conflictos de tipo étnico, político, religioso en Medio Oriente y en otras partes del mundo”, señalaron.
Francisco y el Patriarca Karekin II emitieron una declaración conjunta firmada en la sede el Patriarcado, en Etchmiadzin, en la que afirmaron que en consecuencia “las minorías étnicas y religiosas son objeto de persecuciones y tratos crueles que son ya una realidad”.
Ante esta situación, ambos líderes religiosos aseguraron que los cristianos “están llamados a promover una unidad visible” dado que, apostillaron, “los mártires pertenecen a todas las Iglesias” y su situación “supera las divisiones históricas de los cristianos”.
Disculpa a gays
A bordo del avión rumbo a Roma, al pontífice se le preguntó si estaba de acuerdo con uno de sus principales asesores, el cardenal alemán Karl Marx, quien dijo en los días posteriores al letal ataque en Orlando dentro de un club gay que la Iglesia les debe una disculpa a los homosexuales por haberlos marginado.
Respondió con una variante de su famoso comentario “¿Quién soy yo para juzgarlos?” y una repetición de la enseñanza de la Iglesia de que los gays no deben ser discriminados, sino tratados con respeto.
Dijo que algunos comportamientos politizados de la comunidad homosexual pueden ser criticados por ser “un poco ofensivos para otros”, pero agregó: “Alguien que tiene este estado, que tiene buena voluntad y que busca a Dios, “¿quiénes somos nosotros para juzgarlo?”
“Creo que la Iglesia no sólo debe ofrecer disculpas... a una persona gay a la que ofendió, sino debemos ofrecer disculpas a los pobres, a mujeres que han sido explotadas, a los niños obligados a trabajar, ofrecer disculpas por haber bendecido tantas armas”, agregó.