El que fuera el grupo islamista dominante, responsable, entre otros, del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, parece alejado del foco mediático justo ahora que se cumplen cinco años de la muerte de Osama bin Laden.
Aunque actualmente compiten con el Estado Islámico (EI) por atención, combatientes y fondos, los expertos alertan del peligro de dar por derrotado al grupo que lideró Bin Laden.
Al parecer, estos han optado por reaccionado al auge del EI con una estrategia diferente. Ahora tiene una postura más amable con los locales.
"Se ha adaptado a una estrategia a largo plazo en la que el objetivo es construir alianzas y socializar con las comunidades locales para crear una base más duradera a partir de la cual finalmente buscar sus objetivos más transnacionales", explica a la BBC Charles Lister, miembro del Middle East Institute, un laboratorio de ideas de Estados Unidos.
Ayman al Zawahiri, sustituto de Bin Laden al frente del grupo, lo dejó claro en sus últimas directrices para la yihad (guerra santa).
"Quería enviar un mensaje de que en lugar de matar civiles, debían pelear contra lo que pelean los civiles. Eso supone objetivos militares, no mercados ni mezquitas, lo que los afiliados de Al Qaeda en Irak habían estado haciendo antes", dice Lister.
También la filial de Al Qaeda en el Magreb instruyó a sus combatientes a no tomar medidas extremas contra la población.
La estrategia es ganarse a la población para más adelante introducir normas más duras.
"Al Qaeda es mucho más fuerte de lo que la gente cree", explica a la BBC Katherine Zimmerman, analista del laboratorio de ideas conservador American Enterprise Institute, basado en Estados Unidos.
"Estado Islámico controla la población con la coerción. Al Qaeda no controla la población, tiene su apoyo. Eso es más difícil de contrarrestar", analiza.
La ausencia de Bin Laden es, según los expertos, el principal motivo de que el grupo haya perdido poder y no haya realizado ataques significativos últimamente.
"La jerarquía no está contenida en un solo espacio geográfico, sino dispersa entre los grupos afiliados", explica Zimmerman.
"Corremos el riesgo de subestimar la amenaza", advierte Zimmerman. "El riesgo real es combatir a EI e ignorar la presencia de Al Qaeda", agrega.
El grupo que sembró el pánico con Bin Laden sigue vivo. "Mi temor es a largo plazo. Al Qaeda va a ser mucho más duradero y la amenaza que presentará será la misma que justo antes del 11-S", pronostica Lister.
Con información de BBC.