En Colombia, las investigaciones de la Policía apuntan a que un hombre con alias Corne, de 26 años, solo podía sacar provecho de los bienes cuando su madre adoptiva, de 69, y su tía, de 64, fallecieran; entonces decidió adelantar ese evento y las invitó a que se tomaran un refresco envenenado.
Según el informe de la Policía, el sujeto les puso un medicamento que se usa para tratar trastornos emocionales y mentales graves.
Pero lo que el ambicioso hombre no contempló es que junto a las dos mujeres adultas también estaba sentada su hija de apenas cuatro años, que se antojó de la bebida y la ingirió inocentemente.
Horas después, las dos mujeres presentaron síntomas de intoxicación y fueron tratadas en un hospital, pero la niña no corrió con la misma suerte y amaneció muerta, el pasado 2 de abril en el municipio de Bello, de Medellín, Colombia.
Aunque el hombre huyó sin dejar rastro alguno, la Policía descubrió que había vuelto a la población y que se escondía en un conjunto residencial del barrio El Trapiche. Ahí lo capturaron por delitos de homicidio agravado en concurso con tentativa de homicidio.
Con información de la Nación