Embajadora EE.UU. en Nicaragua exige observación electoral

Actualmente, el Consejo Supremo Electoral (CSE) no permite la “observación” de los comicios

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17 May 2016

MANAGUA. La embajadora de los Estados Unidos en Nicaragua, Laura F. Dogu, destacó ayer la importancia de que un proceso electoral cuente con observadores, en referencia a las elecciones generales del país centroamericano el 6 de noviembre próximo. 

“Es muy importante traer observadores de fuera de Nicaragua para las elecciones, eso es parte de un proceso democrático en cualquier país”, dijo Dogu a periodistas. 

El Consejo Supremo Electoral (CSE) no permite la “observación” de los comicios, aunque sí el “acompañamiento” de algunas entidades internacionales. 

No obstante, el organismo no se ha pronunciado sobre la posibilidad de que haya “observación” ni “acompañamiento” en las elecciones de noviembre. 

Dogu sostuvo que la observación es normal en cualquier proceso electoral democrático. 

“Tenemos elecciones en los Estados Unidos dos días después de las elecciones en Nicaragua, y hemos enviado invitaciones a varios grupos, uno es Europa e incluye a países como Rusia, ellos pueden venir a hacer observación en los Estados Unidos, es completamente normal en los procesos democráticos en cualquier país”, aseguró. 

La diplomática afirmó que Estados Unidos no puede solicitar a Nicaragua participar como observador pero sí podría hacerlo si el CSE le extiende una invitación “con tiempo” para prepararse. 

La observación de las elecciones de noviembre es uno de los principales reclamos de la oposición y otros sectores de la sociedad nicaragüense, debido a que el CSE es acusado por los partidos opositores de favorecer al oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en cada proceso electoral desde 2008. 

En noviembre próximo los nicaragüenses elegirán un presidente, un vicepresidente, 90 diputados locales, de los cuales 20 serán electos por suscripción nacional y 70 departamentales, más otros 20 ante el Parlamento Centroamericano.

Antes de la solicitud de EE.UU., ya se habían pronunciado la Iglesia Católica y el sector empresarial.

El Cardenal Leopoldo Brenes, máximo representante de la iglesia católica en Nicaragua, manifestó que los obispos del país desean que el proceso electoral que transcurrirá en los próximos meses se desarrolle en tranquilidad.

Señaló que en primer lugar él espera el desarrollo de una campaña electoral sin presiones. “Yo creo que ya terminaron los tiempos que se cambian los presidentes a través de la violencia, a través de la guerra, a través de las confrontaciones. Creo que hoy los países latinoamericanos están desarrollando las elecciones para nombrar sus autoridades y yo creo que nosotros los nicaragüenses debemos también hacer eso”, valoró.

Mientras, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) de Nicaragua, José Adán Aguerri, dijo que apoyan la observación electoral.

Aseguró que los empresarios tienen “un compromiso con los procesos electorales” y “vamos a mantener este llamado a la transparencia, a la observación, y a la votación en el proceso electoral”.

Daniel Ortega como único candidato

El presidente nicaragüense Daniel Ortega espera ser reelegido para un tercer mandato consecutivo en noviembre.

Sería la séptima candidatura presidencial de Ortega, quien ya había sido presidente del país de 1984 a 1990, regresó al poder tras el triunfo electoral de 2006 y fue reelegido en 2011 en unos comicios empañados por denuncias de fraude electoral e informes de opacidad de parte de organizaciones de observación internacional como la misión de la Unión Europea.

Aunque el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido de Ortega, no ha ungido oficialmente al sandinista como su candidato, representantes de esa organización política ya dijeron públicamente que Ortega va. 

Su mujer, vocera del gobierno y jefa de facto del gabinete, Rosario Murillo, publicó lo que se entiende como un edicto oficial en el que da por iniciada la campaña sandinista de cara a los comicios, con Ortega como su candidato.

Hasta la fecha, la oposición no ha encontrado un candidato de consenso.