LONDRES. Una perrita militar que perdió una pierna cuando olfateaba una bomba ha sido galardonado con el equivalente de la Cruz de la Victoria, después de servir en más de 400 misiones en Irak y Afganistán.
Lucca, una pastor alemán de 12 años, ha servido por 6 años en la Marina de los Estados Unidos protegiendo a las tropas detectando explosivos.
Sus esfuerzos han sido premiados con la medalla Dickin, el más alto reconocimiento que se otorga a animales por sus servicios en conflictos bélicos desde 1943, y que puede ser considerada como un equivalente de la Cruz de la Victoria que se le entrega a los militares que forman parte de las Fuerzas Armadas.
En la imagen, Lucca es atendida tras resultar herida en una explosión.
Esta medalla fue idea de Maria Dickin, fundadora de la institución PDSA (sigla de People's Dispensary for Sick Animals, en español: Sanatorio popular para animales enfermos).
Dicho reconocimiento fue presentado y entregado por el alcalde de la ciudad de Londres.
En la actualidad, tan sólo 67 animales han sido condecorados con esta medalla: 32 palomas mensajeras, 31 perros, 3 caballos y un gato.
La condecoración está hecha de bronce y en ella figura un laurel con las leyendas: "Por el Coraje" y "También servimos".
Lucca es el animal número 67 en ser galardonado con el premio, y el primer perro de los Marines de Estados Unidos en obtenerlo.
Su dueño, el sargento de artillería Chris Willingham viajó con su mascota a Londres para recibir la medalla. Lucca vive con Willingham en California y tiene su propia pagina en Facebook.
El sargento de artillería Chris Willingham viajó con Lucca a Londres para recibir la condecoración.
Según relata Willingham , Lucca hacía de avanzadilla por un camino olfateando explosivos cuando, de repente, una mina le explotó. Las consecuencias de la explosión hicieron que perdiera inmediatamente su pata y las lesiones en pecho y cara hicieron temer lo peor.
Por fortuna, ella salió adelante gracias a los primeros auxilios, a la rápida intervención quirúrgica y a sus ganas de vivir. Fue en este momento cuando sus jefes decidieron que ya era suficiente y que Lucca se merecía un descanso.
"Lucca es una perra muy inteligente y leal y tenía un instinto especial para hacer su trabajo como perro de búsqueda. Ella es la única razón por la que estoy en casa con mi familia. Soy muy afortunado de haber prestado servicio con ella y hago todo lo posible por mantenerla mimada en su merecida jubilación", dice Willingham.