La sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre las políticas antidrogas (UNGASS) ha abierto una oportunidad importante para discutir abiertamente alternativas al tradicional enfoque restrictivo, afirma el excomisionado para políticas de drogas en Guatemala, Daniel Haering.
Según Haering, quien también es catedrático de la Universidad Francisco Marroquín, el mayor resultado hasta este momento en la sesión especial es el reconocimiento de que los estándares internacionales en la materia pueden ser flexibles.
“Esto permitiría a un país elaborar su propia política de drogas, obviamente si un país comienza a legalizar todo, el resto entraría en cólera pero sí se reconoce que haya cierto grado de experimentación a políticas públicas nacionales. En países como los nuestros, esa es una declaración muy importante porque va a permitir enfocarse en otras cosas como salud, prevención o un desarrollo alternativo de las prioridades públicas”, afirmó el excomisionado.
El académico también destacó que a lo largo de las intervenciones de las diferentes delegaciones se están dando pasos importantes, como lo declarado por el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, quien afirmó que no solo hay que dedicarse a la reducción de la oferta mediante un ataque frontal, sino también a la atención de la demanda por medio de enfoques balanceados, no exclusivamente represivos y sin dejar atrás el tema de la salud.
Además, resaltó lo declarado por el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto, quien a juicio de Haering “fue más allá e incluso mencionó abiertamente la regulación de marihuana para fines medicinales. Además, Peña Nieto entró a temas de género, de zonas vulnerables y habló de los problemas de la criminalización del consumidor. Todo ese tipo de lenguaje nos puede parecer corto pero es que es un avance a nivel internacional importante”, subrayó.
Medidas progresistas de EE.UU.
Según Haering, un factor internacional importante en esta nueva ola de políticas no restrictivas es que Estados Unidos, quien solía encabezar los esfuerzos prohibicionistas, esté apostándole a medidas muy progresistas en cuanto a algunas sustancias como la marihuana.
“Que el garante del sistema prohibicionista se haya ido de ese lado ha permitido que todo el sistema internacional se relaje y hay una puerta abierta para hacer otras cosas. No creo que inmediatamente vaya a haber un escenario de legalización, pero sí escenarios de que la gente que tenga posesión de drogas no vaya a la cárcel, de tratamiento de adictos con base científica o de acceso a medicamentos contra el dolor que ahora están restringidos”, apuntó.
Con estos factores, consideró que “hay una puerta abierta para ir cambiando una política de prohibición estricta que ha hecho muchísimo daño a nivel internacional y que ha tenido resultados muy pobres”. Sin embargo, lamentó que aún hay países que se están quedando atrás en estas discusiones. “La ola ya está cambiando y los países van a tener que adaptarse a ella. Quien lo haga antes, lo hará mejor, por supuesto”.
Uno de esos casos es el de El Salvador, quien no envió a la UNGASS una delegación de alto nivel, a diferencia del resto de países centroamericanos, representados por sus mandatarios o sus cancilleres. “El Salvador en ese sentido es posible que se vuelva irrelevante en este tema que le incumbe tanto como a toda la región”, advirtió Haering.