Racionamiento eléctrico dificulta labores a venezolanos

La oposición achaca los problemas a la mala administración y a la corrupción del régimen de Nicolás Maduro.

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El objetivo de la medida es ahorrar energía debido a la crisis eléctrica provocada por la sequía que afecta a la represa del Guri. Hace una semana Caracas anunció cortes de luz de cuatro horas cada jornada durante cuarenta días en los estados más poblados.
 

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27 April 2016

La única cosa que se usa todo el día en la casa de Gustavo Díaz en estos días es la estufa de gas. La comida en la nevera se está echando a perder. El horno de microondas se encuentra sin uso. La televisión a oscuras y el sistema estéreo en silencio. Se está incómodo y sudoroso en el interior, gracias a los cortes de electricidad impuestos por el gobierno, destinados a hacer frente a la escasez de energía eléctrica en todo el país, informa CNN.

El canal de noticias afirma que "incluso conseguir agua potable es un problema".

"No podemos seguir viviendo así. Nosotros los venezolanos merecemos algo mucho mejor", expone Díaz a CNN.

Los cortes de energía no son nada nuevo para los venezolanos, entre ellos Díaz, que vive con su esposa y tres hijas en un suburbio de Caracas. Sin embargo, con el reciente anuncio del gobierno de un programa formal de apagones establecido para durar al menos 40 días, las cosas solo han empeorado, dijo.

"Hemos tenido apagones desde el mes pasado. Estábamos acostumbrados a quedar sin energía eléctrica dos horas por la mañana y dos por la tarde, pero ahora es de cuatro horas seguidas", dijo Díaz.

En una tienda de pinturas, el dueño Luis Marcano declaró a CNN que las ventas han bajado no solo a causa de los cortes de energía, sino por la crisis económica también. "He estado esperando toda la mañana para vender algo", dijo.

En otra tienda, una mujer comenzó a llorar cuando un periodista le preguntó qué tan difíciles habían sido las cosas. A menos que algo cambie, ella probablemente tenga que cerrar antes de que finalice el año. "No podemos seguir viviendo así", dijo la propietaria, que teme represalias y pidió no ser identificada. "Esta vida nos está matando", finalizó.