Los esfuerzos por rescatar la democracia en Venezuela han quedado reducidos a la realización del referendo revocatorio, instrumento que al final fue seleccionado por el propio régimen de Nicolás Maduro para batirse en duelo con la esperanza de dispersar el riesgo de una temida intervención militar, informa el periódico El Nuevo Herald.
Indica además que en vista del pronunciado colapso en popularidad y las crecientes voces en la comunidad internacional de que cuestionan su legitimidad democrática, el régimen bolivariano vio el referendo como el terreno más favorable para resistir las embestidas de sus adversarios, dijeron analistas.
Pero el gobierno está amenazado por una bomba de tiempo que podría explotar mucho antes de noviembre, mes en el que mejor de los casos podría realizarse el referendo. La profundidad de la crisis de desabastecimiento que estremece al país, y la posibilidad de una paralización casi total del suministro eléctrico están conjurando el espectro de un estallido social difícil de contener, sostuvieron los expertos, dice El Nuevo Herald
Por el momento, todos los ojos de Venezuela están centrados sobre el referendo, destaca.
“Fue el propio gobierno el que escogió el referendo, al descartar una a una las distintas opciones que estaban siendo planteadas por la oposición para remover a Maduro”, dijo desde Washington Antonio De La Cruz, director ejecutivo del la firma de asesores Inter American Trends, según el Herald.
“La oposición le estaba planteando al régimen una lista de armas para batirse en duelo: la enmienda constitucional, la convocatoria de una asamblea constituyente, la renuncia de Maduro y el referendo revocatorio. El régimen rechazó las pistolas y la lucha cuerpo a cuerpo y escogió la espada en la forma del revocatorio”, agregó.
El régimen dio la señal de que se decantaba por el revocatorio al permitir que el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregara las planillas para solicitar el referendo, aunque esto requirió que algunos diputados opositores se encadenaran en la sede de la entidad gubernamental.
Muchos dirigentes de la oposición sentían que ese era el instrumento menos conveniente para intentar la remoción constitucional de Maduro, en parte porque toma mucho tiempo para ejecutar y, además, porque el régimen ejerce total control sobre el CNE, que puede colocar tratabas y facilitar prácticas fraudulentas.
Pero en este momento, las fuerzas democráticas del país -incluyendo a los distintos partidos políticos agrupados bajo la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)- no tienen más opción que remar a favor del revocatorio.
“La oposición tiene que empezar desde ya a practicar a diario la esgrima, desde el día de hoy hasta el día del revocatorio”, insistió De La Cruz.
El régimen al final accede al revocatorio porque se encuentra en una situación muy precaria y busca maneras de canalizar el creciente descontento de la población en una contienda que pueda controlar, pues su mayor preocupación es el riesgo de que se produzca un estallido social que fuerce una intervención de las Fuerzas Armadas, que hasta ahora se han mantenido leales al gobierno.