El secretario de Estado adjunto de EE.UU. para la Lucha Antidrogas, William Brownfield, anunció ayer en la capital guatemalteca una donación de un millón de dólares a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), que con su trabajo se ha convertido en un “ejemplo” mundial.
“La Cicig sirve como ejemplo para Naciones Unidas, para la Comunidad Internacional (y) para el Gobierno de la República de Guatemala de cómo es que uno puede apoyar a un pueblo decidido”, dijo Brownfield, en referencia al despertar ciudadano de 2015 para expresarse contra la corrupción y la impunidad.
El funcionario estadounidense reconoció que cuando asumió hace cinco años como subsecretario de Estado tenía “dudas” sobre si la inversión que hacía su país en la Cicig era “la mejor manera” para apoyar asuntos de seguridad y justicia.
Pero con el paso del tiempo, Browinfield dijo no tener ningún titubeo y estar plenamente convencido de que la Cicig ha tenido “más impacto en combatir y resistir la impunidad y la corrupción que cualquier otra institución (...) en todo el planeta”.
“Señores y señoras, quiero hacer una admisión pública en este momento. Me equivoqué totalmente, completamente y absolutamente”, proclamó enfático, y añadió: “Hoy nadie tiene que convencerme de que cualquier donación, cualquier contribución a los esfuerzos y la tarea de la Cicig son fondos muy bien dedicados”.
Durante su alocución, el funcionario estadounidense pidió no olvidarse de los “héroes auténticos” de todo este proceso, el pueblo de Guatemala, que el año pasado decidió gritar con una voz “masiva y colectiva ya basta”.
El Ministerio Público (MP-Fiscalía) y la Cicig emprendieron en el último año una lucha férrea contra la corrupción, desarticulando decenas de casos, entre ellos el conocido como “La Línea”.
En esa trama de corrupción aduanera se vieron implicados Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, entonces presidente y vicepresidenta del país, respectivamente, quienes se vieron obligados a renunciar a esos cargos y ahora están en prisión preventiva a la espera de conocer si deben enfrentar un juicio.
Desde 2008, Estados Unidos ha invertido más de 37 millones de dólares en el trabajo de la Cicig, un ente creado por la ONU en 2007 con el fin de desmantelar las estructuras clandestinas dentro del Estado de Guatemala.
El millón de dólares anunciado ayer se destinará a la creación de una nueva sede en Quetzaltenango, la segunda ciudad más importante del país, elegida, según el titular de la Cicig, Iván Velásquez, por los altos índices de corrupción que hay en la zona.
El abogado colombiano no dudó en agradecer este nuevo aporte, que no solo es un respaldo económico, sino también “político”, pero recordó al Gobierno de Guatemala que a pesar de las ayudas internacionales es “necesario” e “imprescindible” que el propio Estado “asuma su responsabilidad” y fortalezca las instituciones de Justicia locales.
Las contribuciones internacionales, agregó, no suplen “la necesidad urgente de recursos para las instituciones del sistema de Justicia que el país tiene que aportar”.
Otro paso contra la corrupción
“Es necesario que si de verdad se tiene un compromiso serio en la lucha contra la corrupción y la impunidad, el Estado obtenga los recursos necesarios para que el Sistema de Justicia alcance un nivel siquiera medianamente aceptable”, enunció Velásquez, quien no dudó en decir que esto es “inaplazable”.
Velásquez apostilló que la contribución de EE.UU. se destinará a la creación de una unidad de la Cicig en Quetzaltenago con el fin de tener una mayor “cercanía y proximidad” con el occidente del país y cumplir así el mandato del ente junto con la Fiscalía.
Hasta el momento no se sabe cuando iniciará los labores esta unidad, aunque Velásquez anunció que se están “adelantando todos los trámites”.
El embajador de Estados Unidos, Todd Robinson, también presente en el acto, concluyó que es necesario seguir hablando de corrupción porque esa lacra afecta a la población y provoca “condiciones difíciles” en el país, como desabastecimiento médico o desnutrición.
“Tenemos que seguir la lucha en contra de este problema (...). Cuando nosotros podamos apoyar los esfuerzos del comisionado y la Fiscal (Thelma Aldana) vamos a seguir haciéndolo”.