“Solo di que no”, su cruzada personal

La esposa del expresidente de EE.UU., Ronald Reagan, fue una férrea portavoz de la campaña antidrogas en los años 1980

descripción de la imagen

Nancy Reagan

Por

07 March 2016

WASHINGTON. La exprimera dama Nancy Reagan siguió a su esposo Ronald Reagan desde Hollywood hasta la Casa Blanca y la pelea contra las drogas fue una de sus principales preocupaciones.

Los jóvenes de la época recuerdan la frase que surgió en Oakland, California, durante una gira por escuelas de preescolar, cuando una niña le preguntó qué podía hacer si alguien les ofrecía drogas:  “Just say no” (“Solo di que no”), contestó la entonces primera dama. Con esto surge una de las campañas más recordadas, que buscaba evitar el consumo de drogas en los jóvenes. 

Es así que en 1982 inicia la campaña “Just Say No”  como su mayor iniciativa y proyecto como primera dama. 

Viajó a lo largo de Estados Unidos para visitar programas contra el abuso de drogas y centros de rehabilitación,  conoció testimonios de personas que atravesaban por problemas de adicción. Apareció en programas de televisión e invitó a otras primeras damas y personalidades.

Para 1985 la campaña alcanzó nivel internacional y en 1986 estuvo acompañada de una partida de 1700 millones de dólares firmada por su esposo Ronald Reagan para la lucha contra las drogas asegurando fondos y una pena mínima en delitos que involucren sustancias. 

“Las drogas se roban lo sueños de los niños y los reemplazan por una pesadilla. Es hora de que los estadounidenses defendamos estándares sólidos”, dijo en un video grabado en 1986, vestida de su característico rojo.

Los niños no podían hacerlo solos, por lo que también recurrió a la ayuda de los padres: “El coraje de nuestros hijos necesita de nuestro apoyo (...) Aunque ese trabajo nos vuelva impopulares (...) Los criminales de las drogas son ingeniosos, trabajan todos los días para buscar formas de robarnos a nuestros hijos. Un ejemplo es lo que están haciendo con el crack. Depende de nosotros cambiar las actitudes”.

La campaña de promoción apareció en shows como Different Strokes (Blanco y negro) y hasta en la Serie Mundial de béisbol de 1988. La lógica detrás de la frase era simple: si todos decían “no” a las drogas, no habría mercado para los narcotraficantes.

La campaña también incluyó comerciales de Clint Eastwood, donde al final aparecía Nancy pidiendo decir ‘no’ a las drogas y ‘sí’ a la vida. “Los vendedores tienen que saber que los queremos fuera de nuestras escuelas, de nuestros vecindarios, de nuestras vidas. Y la única manera de hacerlo es manteniendo al cliente alejado del producto”.

En 1988 fue invitada a la ONU para hablar sobre este tema.