WASHINGTON. El presidente Barack Obama iniciará una nueva era en la historia de las difíciles relaciones entre Estados Unidos y Cuba con un viaje a la isla en pos de dos objetivos que son aparentemente contradictorios: consolidar su política de flexibilización y a la vez impulsar a los líderes comunistas de la isla a torcer el rumbo.
La visita de Obama a partir de hoy corona su ambicioso experimento diplomático: tras medio siglo de hostilidad, los dos antiguos enemigos de la Guerra Fría mantienen contactos regulares.
Acompañado por su familia, Obama paseará por las calles de La Habana Vieja y se reunirá con Raúl Castro. Asistirá a un partido de béisbol y se reunirá con disidentes políticos.
Funcionarios de la Casa Blanca dicen que Obama no minimizará las diferencias profundas y persistentes. Sus declaraciones serán pasadas bajo la lupa para ver hasta qué punto promueve las reformas y los derechos humanos.
Obama también se reunirá con disidentes políticos. Sus experiencias viviendo bajo un régimen unipartidista podrían explicar por qué muchos cubano-estadounidenses ven el viaje de Obama como una deplorable capitulación ante un sistema cuyas prácticas van en contra de los principios democráticos tan fundamentales para Estados Unidos. Sin embargo, esa posición poco a poco se está convirtiendo en minoritaria entre los cubano-estadounidenses, e incluso entre la población de EE.UU. en general.
Estados Unidos ya ha convocado a la mayoría de los disidentes cubanos que desea que participen en una reunión “de alto nivel” en su embajada en La Habana el próximo martes, tercer y último día de la visita de Obama a Cuba.
En la lista figuran tanto opositores que apoyan el deshielo entre ambos países y el fin de embargo, como aquellos que rechazan ambas cuestiones. La cita es a las 10:00 de la mañana del 22 de marzo, una vez concluida la agenda oficial de Obama con Raúl Castro. Sobre la mesa estarán los derechos humanos y el repunte de la represión que, según la oposición al régimen castrista, se está produciendo ante la inminente llegada del primer presidente de EE.UU. desde 1928.
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— elsalvador.com (@elsalvadorcom) 20 de marzo de 2016
El presidente de EE.UU. aborda el Air Force 1 para histórica visita a Cuba. Foto: @RepCheri pic.twitter.com/DXOpxETYGW
Entre los invitados a la reunión se encuentran, según el periódico español ABC, Berta Soler (Damas de Blanco), Elizardo Sánchez (Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Ccdhrn), José Daniel Ferrer (Unión Patriótica de Cuba, Unpacu), Guillermo Fariñas (Frente Antitotalitario Unido), Miriam Leiva (periodista independiente).
Uno de los convocados, Elizardo Sánchez, fue detenido junto con su esposa en el aeropuerto de la ciudad de La Habana después de haber arribado ayer en un vuelo proveniente de Miami.
Daniel Wilkinson, director administrativo de la división América de Human Rights Watch, divulgó la información a través de su cuenta de Twitter. Sánchez fue liberado cuatro horas después.
Según José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, a los disidentes “les han ordenado permanecer dentro (de sus casas) hasta que el presidente Obama abandone la isla, bajo la amenaza de ser inmediatamente arrestados”.
La amenaza y detención de críticos del régimen previas a las visitas de líderes extranjeros ha sido una práctica habitual en Cuba por años, dijo.
Mientras, el canciller cubano Bruno Rodríguez criticó a Obama antes del viaje por insinuar que la visita servirá para promover cambios políticos en la isla.
Rodríguez denunció que los cambios efectuados por Obama en política exterior no han servido de nada y descartó la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos pueda influir en las ideas políticas de los cubanos.
Los allegados de Obama y sus partidarios en el Congreso descalifican esa retórica.
Excandidato critica viaje presidencial
El senador Marco Rubio criticó ayer al presidente Obama, por dar “legitimidad y dinero” al régimen cubano con el histórico viaje a La Habana que inicia mañana.
Rubio, nacido en Miami de padres cubanos, consideró en un comunicado que el viaje de Obama será uno de los más “vergonzosos” efectuados nunca por un presidente de Estados Unidos.
“Este viaje dará legitimidad y dinero a un régimen anti-estadounidense que mina activamente nuestros intereses de seguridad nacional y actúa contra nuestros valores todos los días”, opinó el senador, que preside el subcomité para América del Senado.
El excandidato republicano, que abandonó las primarias esta semana tras la rotunda derrota en Florida (su estado), censuró asimismo que Obama “se salte la Iglesia de Santa Rita” en su visita.
“(Allí es) donde las Damas de Blanco han derramado tanta sangre y han sido golpeadas por el régimen de los Castro rutinariamente por demandar simplemente la libertad de sus seres queridos”, indicó el legislador
Obama ha tomado una serie de medidas para relajar las restricciones a Cuba, como eliminar la prohibición sobre transacciones financieras cubanas que puedan pasar por instituciones bancarias estadounidenses, lo que en efecto había aislado a Cuba del sistema financiero mundial.