LAHORE. Unas 70 personas murieron y más de 300 resultaron heridas ayer tras la detonación de una bomba en un parque familiar en la ciudad de Lahore, en el este de Pakistán, informaron autoridades. Una facción paquistaní del Talibán se responsabilizó del atentado.
El ataque, el peor desde el asalto talibán a la escuela de Peshawar, en el que murieron 125 alumnos en 2014, sacudió Pakistán en un momento de cierto optimismo por la reducción de la violencia a raíz de una operación militar en las zonas tribales.
Ahsanullah Ahsan, vocero del grupo Jamaat-ul-Ahrar, dijo al diario paquistaní The Express Tribune, que un atacante suicida atentó deliberadamente contra la comunidad cristiana.
El objetivo era atentar contra las personas que celebraban la Pascua en el parque, dijo Ahsan. Este tipo de atentados continuarán, agregó.
La explosión ocurrió cerca de la zona de juegos infantiles del parque Gulshan-e-Iqbal, donde muchas personas celebraban la Pascua cristiana, dijo el jefe policial local Haider Ashraf. Indicó que la explosión parecía ser un atentado suicida, pero las investigaciones continúan.
El ministro en jefe de la provincia de Punjab, Shahbaz Sharif, anunció tres días de duelo y prometió llevar a los perpetradores ante la justicia, dijo Zaeem Qadri, portavoz del gobierno provincial.
“Estamos es una situación similar a la guerra y siempre hay amenazas en general, pero no se recibió una alerta específica para este lugar”, indicó Ashraf, quien señaló que sí había personal de seguridad en el lugar.
Escuelas y negocios de la zona permanecerán cerrados hoy, informaron la asociación de colegios de la ciudad y el Sindicato de Comerciantes de Lahore.
Un testigo, quien sólo quiso identificarse como Afzal, dijo a la AP que llevó 20 niños al hospital y subió tres cadáveres a un vehículo de la policía. “No puedo explicar lo trágico de la situación”, señaló.
Otro testigo, Tariq Mustafá, dijo que acababa de salir del parque cuando escuchó una explosión. Añadió que un amigo suyo aún se encuentra desaparecido.
Imágenes de la televisión mostraban escenas caóticas en el parque, personas corriendo y cargando niños, y con gente acunando a heridos en su regazo.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional declaró que Estados Unidos “condena severamente el ataque”, al que describió como “un acto cobarde en lo que ha sido desde hace tiempo un bello y pacífico parque”. Ned Price dijo que Washington seguirá trabajando conjuntamente con Pakistán y sus aliados “para arrancar de raíz el flagelo del terrorismo”.
En una declaración a la prensa, el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, afirmó que el Papa Francisco fue informado de esta “horrible masacre de decenas de inocentes, que proyecta una sombra de tristeza y angustia sobre la fiesta de Pascuas”.
“Una vez más el odio homicida afecta vilmente a las personas que están menos protegidas. Con el Papa, oramos por las víctimas, estamos cerca de los heridos, las familias afectadas por un inmenso dolor, los miembros de las minorías cristianas afectadas una vez más por la violencia fanática, y de todo el pueblo paquistaní herido”, añadió el portavoz.
En Pakistán, grupos islamitas armados han tenido como objetivo a la minoría cristiana que representa cerca del por ciento de la población de este país mayoritariamente musulmán sunita de 200 millones de habitantes.