CARACAS. El gobierno de Colombia y el grupo rebelde Ejército de Liberación Nacional anunciaron ayer el inicio formal de un proceso de paz que contempla la instalación de una mesa de conversaciones en Ecuador y la realización de diálogos en otros cuatro países latinoamericanos para dar fin a medio siglo de violencia política.
El anuncio fue hecho desde la sede de la cancillería venezolana en Caracas por Frank Pearl, jefe de la delegación del gobierno colombiano, y el jefe rebelde “Antonio García”, luego de más de un año de conversaciones previas. La fecha del inicio de los diálogos aún no se ha fijado.
Gobierno y ELN, única guerrilla que continúa alzada en armas en Colombia, “han convenido instalar una mesa pública de conversaciones para abordar los puntos que se establecen en la agenda, con el fin de suscribir un acuerdo final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz y equidad”, según un documento leído por Pearl y García.
Pearl dijo que la mesa de conversación pública se instalará en Ecuador, pero habrá sesiones en Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, países que, junto a Noruega, serán los garantes del proceso de paz.
No hubo declaraciones a la prensa y sólo los dos jefes de las delegaciones leyeron los términos del acuerdo
Tras la firma del convenio, los miembros del ELN, vestidos con camisas rojas, compartieron algunos apretones de mano con los delegados del gobierno.
Minutos después, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que el proceso de paz con el ELN y con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC; son muy distintos, pero que el fin del conflicto en Colombia “es solo uno”.
En una alocución televisada al país, el mandatario advirtió que al igual que con las FARC, el proceso con el ELN el gobierno tiene unas “líneas rojas muy claras que no hemos traspasado ni vamos a traspasar ni un solo milímetro”.
Por ejemplo, en su concepto no son temas de discusión con las guerrillas ni los modelos económicos y políticos del país, ni el régimen de propiedad privada, ni asuntos relacionados con la doctrina militar y la fuerza pública.
La agenda entre las partes gravitará sobre la participación de la sociedad en la construcción de la paz y la democracia, las reformas que se requerirán para “superar la pobreza, exclusión social, la corrupción, la degradación ambiental”, así como la búsqueda de equidad, el resarcimiento de las víctimas del conflicto, su finalización y la implementación de lo acordado.
Sobre el fin de las hostilidades, las delegaciones estudiarán las condiciones de seguridad para el ELN, garantías de su participación en política en el evento de que se selle el acuerdo y la discusión de la situación de los guerrilleros del ELN que están encarcelados.
Fin a los secuestros y las extorsiones
El defensor del pueblo de Colombia, Alfonso Cajiao, pidió ayer al ELN que suspenda los actos violentos en contra de la sociedad civil y los ataques contra la infraestructura del país, tras el anuncio de que esa guerrilla comenzará en un fecha por definir diálogos de paz con el Gobierno.
“El anuncio de los diálogos con el ELN se suman de manera esperanzadora a las negociaciones avanzadas con las FARC en La Habana”, afirmó Cajiao en un comunicado.
Advirtió, sin embargo, que “para conseguir verdaderos cambios en la sociedad deben acabarse los delitos en contra de la población, como los secuestros o las extorsiones”.
Cajiao señaló que el 68 % de los homicidios cometidos en los departamentos de Arauca y Norte de Santander en los primeros tres meses del año fueron atribuidos al Ejército de Liberación Nacional.