Tras casi un mes de juicio, el Tribunal de Sentencia de Santa Tecla impuso penas de entre 23 y 25 años de prisión a dos oficiales y tres excadetes por la muerte por ahogamiento de su similar de primer año de carrera militar, Juan Carlos Zelaya, un hecho registrado el 3 de octubre de 2014 en la piscina de la Escuela Militar Capitán General Gerardo Barrios en Antiguo Cuscatlán.
Con la reserva total del proceso judicial (sin acceso público al expediente del caso) y luego de escuchar más de 50 testigos a favor y en contra de los militares, los debates de la Fiscalía y abogados defensores, el tribunal concluyó que son culpables y les impuso la condena de 25 años a los oficiales y a tres cadetes, la pena de 23 años.
Los oficiales condenados son el capitán Rafael Cañas Abarca y el teniente Jairo Orlando Baires Salinas y a los excadetes Enmanuel Navas Contreras, Jaime Isaac Lemus Martínez y Giovani Ernesto Rosales Grijalva a 23 años de cárcel.
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Los hechos que acabaron con la vida del cadete de primer año ocurrieron. Sus compañeros de cuarto año le aplicaron el “minuto loco” (tomándolo de los pies por un lapso de 60 segundos), a pesar de que esa práctica había sido eliminada en la Escuela Militar; los dos oficiales a cargo del adiestramiento de nudo y flotación en la piscina no velaron porque las tareas programadas para ese día se ejecutaran siguiendo las normas establecidas, lo que terminó con la muerte de Zelaya Díaz, originario de Sensuntepeque, Cabañas.Previo al proceso penal, el Juzgado de Primera Instancia Militar de San Salvador encontró culpable al capitán de Ingenieros, Rafael Cañas Abarca del delito militar de desobediencia y le impuso dos años de prisión; el 7 de julio del año 2015, genieros Rafael Cañas Abarca, mientras que al teniente de infantería, Jairo Orlando Baires Salinas, fue sentenciado a un año.
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A más de dos años de la muerte del joven Juan Carlos Zelaya Díaz, la familia y especialmente su madre aún no se reponen del dolor que causó la muerte de su hijo mayor, quien tenía 21 años.La señora lamentó que las principales autoridades de la Escuela Militar intentaron ocultarle lo que verdaderamente sucedió el día de los hechos y más bien le habían hecho creer que todo había sido una tragedia.
Pero aún con esta sentencia, la madre del joven no está satisfecha pues considera que ese homicidio hay altos militares involucrados que no fueron juzgados.