El embajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), Samuel Moncada, admitió que su Gobierno prefiere debatir la situación del país en la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac) que en la OEA porque la primera alianza no tiene mecanismo de sanciones. “No hay disposición sancionatoria en la Celac. Aquí (en la OEA) amenazan con castigo, es punitivo; todo desaparece en la Celac, el que tenga mala intención no va a poder ejercerla, vamos a discutir francamente, eso desaparece cuando nos salimos de aquí”, afirmó Moncada en una rueda de prensa en la OEA posterior al Consejo Permanente del miércoles 26 de abril. El diplomático hizo estas declaraciones antes de que la canciller de su país, Delcy Rodríguez, anunciara en Caracas que su Gobierno iniciará hoy el trámite para dejar la OEA, para lo que necesita dos años y pagar los 8,7 millones que adeuda en cuotas al organismo. Venezuela tomó esta decisión después de que en la sesión del miércoles se aprobara convocar una reunión de cancilleres, todavía sin fecha ni lugar, para abordar la crisis política del país. Esto se avaló con 19 votos a favor, 10 en contra y 4 abstenciones. Moncada dejó claro que Venezuela no asistirá a esa reunión y que, sin embargo, sí acudirá a una reunión de cancilleres de Celac convocada a petición suya para el 2 de mayo en El Salvador. La canciller argentina, Susana Malcorra, le preguntó a Moncada por qué considera que se puede debatir en la Celac y no en la OEA, si estos organismos tienen “casi” los mismos miembros. La Celac, una de las alianzas regionales impulsadas por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, es un organismo en el que, a diferencia de la OEA, no están EE.UU. ni Canadá, dos de los países más críticos con el Gobierno de Nicolás Maduro, y sí está Cuba, aliado del chavismo. “No está la maquinaria de la OEA, con semejante secretario jurídico haciendo semejante barbaridad, ni (el secretario general de la OEA, Luis) Almagro, ni el Departamento de Estado (de EE.UU.), ni el Consejo de Seguridad Nacional (de EE.UU.)”, afirmó Moncada cuando se le preguntó por qué prefiere la OEA a la Celac. “Algún día se lo probaré que el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. está metido en esto”, subrayó, después de denunciar que es el país norteamericano quien ha “armado el juego” en la OEA y “presionado” a “países pequeños”. A los 19 países que votaron a favor de la convocatoria los llamó “los Caínes de América”, por “tratar de linchar a un hermano obedeciendo las órdenes de quien les construye un muro”, en referencia al muro que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha ordenado construir en la frontera con México. Además dijo que estos países “están acorralados” y que “son tiempos oscuros” en la OEA.
Historia de la Celac La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), fue creada en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, en el marco de la III Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (Calc) y de la XXII Cumbre del Grupo de Río, celebrada los días 2 y 3 de diciembre de 2011, según se describe en el sitio web de dicho organismo. El acto de creación de la Celac, foro donde participan los 33 países de América, menos Canadá y Estados Unidos, se da con la firma de la Declaración de Caracas por parte de los distintos jefes de Estado del hemisferio. Dicho organismo se concibió como un “mecanismo representativo de concertación política, cooperación e integración de los Estados latinoamericanos y caribeños y como un espacio común que garantice la unidad e integración de nuestra región”. Asimismo, la información consignada en el sitio electrónico de la Celac advierte que este mecanismo surge “con el compromiso de avanzar en el proceso gradual de integración de la región, haciendo un sabio equilibrio entre la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural de los 600 millones de habitantes de América Latina y el Caribe”. Asegura, además, que entre los temas que se han abordado en dicho foro están el desarrollo social, la educación, el desarme nuclear, la agricultura familiar, la cultura, las finanzas, la energía y el medio ambiente. Este organismo se considera a sí mismo como el único ente interlocutor entre los distintos país latinoamericanos para el diálogo y la concertación política. “Es el único interlocutor que puede promover y proyectar una voz concertada de América Latina y el Caribe en la discusión de los grandes temas globales, con el objetivo de buscar una mejor inserción y proyección de la región en el ámbito internacional”, asegura. Desde su creación, en 2011, la Celac ha sido un foro con poca proyección a nivel regional, con poca incidencia y solo ha desarrollado cinco cumbres. El Salvador tiene la presidencia temporal de dicho foro, hecho por el cual será celebrada su asamblea el 2 de mayo en el país. -EFE.