La Mara Salvatrucha se divide en MS-13 y en MS-503 y ordenan purga de cabecillas

Una purga que inició en enero de 2016 contra mareros disidentes, se ha sentido con más fuerza en la últimas semanas

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27 April 2017

En la Mara Salvatrucha hay una división y una lucha entre sus cabecillas por los bienes acumulados. Así lo aceptaron tanto Howard Cotto, director de la Policía, y Rodil Hernández, director del sistema carcelario, luego de la explosión de una granada en el penal de Ciudad Barrios. Tanto antes como después de ese incidente, diferentes fuentes de El Diario de Hoy corroboraron esa ruptura y aportaron una serie de hechos que lo demuestran y que presentamos a continuación.

Tanto el Diablo de Hollywood (Borromeo Henríquez Solórzano), el Trece (Saúl Antonio Turcios Ángel) y el Crock (Élmer Canales Rivera), entre otros cabecillas de primera línea (Ranfla Nacional) de la MS-13, han sido determinantes en sus órdenes: quitar del camino a la MS-503 o revolucionarios, una agrupación que se ha separado de la Mara Salvatrucha (MS-13) a raíz de la disconformidad en el manejo y distribución de millonarias sumas de dólares que durante la tregua recibió esa agrupación criminal de parte del entonces gobierno de Mauricio Funes. Lo anterior ha sido señalado en la investigación conocida como Operación Jaque 300 mediante la cual decomisaron cientos de miles de dólares en bienes a esa organización criminal.

Pero quitar del camino a la MS-503 significa, según fuentes de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), descabezar a esa nueva agrupación de disidentes.

 

Los informantes aseguran que quienes mayormente conforman el ala disidente de la MS son dos programas (agrupación de varias clicas): Los Fulton y los Normandis; estos programas tienen bajo su control territorios en los departamentos de Chalatenango, Ahuachapán, Sonsonate y San Miguel. Sus cabecillas son quienes sembraron la idea de exigir cuentas a los cabecillas de la Ranfla Nacional acerca del dinero recibido por esa organización lo cual derivó en una discordia y purga entre esa pandilla.

Pero la orden de purgar a la MS-503 también abarca a los familiares de cabecillas y demás pandilleros que se muestren críticos hacia la MS-13, “para que todos los demás vean la foto”.

Esta última frase, entrecomillada, de acuerdo con las fuentes de la DGCP, podría significar que al matar a dos o tres familiares de algún cabecilla disidente, los ejecutores deben tomar fotos y hacerlas circular por las redes sociales para causar desmoralización en las filas de los renegados.

Con esa orden, los pandilleros estarían haciendo añicos una especie de código, una regla de oro que existía entre ellos: No dañar a los familiares, especialmente padres, mujeres e hijos de aquellos miembros que cometieran faltas contra la agrupación criminal. Según las fuentes, eso se acabó.

La MS-13 se ha propuesto acabar con los dos programas y sus clicas, por haber sido ellos los que incitaron a la insubordinación con el argumento que los millones recibidos en la tregua, se los habían quedado los principales cabecillas, quienes ahora son propietarios de gasolineras, moteles, restaurantes y mesones, entre otros negocios, a través de prestanombres o de sus familiares más cercanos.

Posterior a la requisa que a finales de marzo hicieron autoridades en el penal de Ciudad Barrios, los funcionarios Rodil Hernández y Howard Cotto revelaron que la MS se está resquebrajando por pleitos internos y a raíz de la presión impuesta con las medidas extraordinarias.

Sin embargo, la verdadera razón de la división de ese grupo criminal es la inconformidad en el reparto del dinero que, según algunos cabecillas como el Chory, recibieron durante la tregua, de acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía.

El Lonly, mensajero de la muerte

Según las fuentes, en los primeros días de marzo de este año, salió del centro penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, conocido como Zacatraz, un pandillero conocido con el alias de Lonly, un palabrero que fue el portador de la orden siniestra de parte de la Ranfla (consejo) Nacional de la Mara Salvatrucha. Y la orden ya ha sido puesta en conocimiento de todos los miembros de la MS-13.

Además, desde la prisión, los mismos cabecillas han exigido a los pandilleros en libertad que elaboren un listado de “todos los pesetas y sus familiares”, esto es, de aquellos miembros que estén traicionando a la pandilla.

Las fuentes de este periódico indican que la penúltima semana de marzo, fueron cometidos varios hechos que confirman que la purga ordenada por la ranfla (grupos de cabecillas de primera línea) de la MS-13 está en ejecución.

De hecho, registros periodísticos muestran que en las últimas cinco semanas ha habido un incremento de asesinatos de mujeres y de personas de la tercera edad; investigadores aseguran que muchos de esos casos están relacionados con la embestida de la MS-13 contra los disidentes de la MS-503 y sus familiares cercanos.

Solo el 22 de marzo, en el departamento de La Libertad fueron registrados los asesinatos de dos mujeres, casi a la misma hora aunque en municipios distintos. Una de ella era una mujer pudiente entre las pandillas. Era mujer de un palabrero.

El asesinato de la mujer de un cabecilla

A las 8:28 de la mañana del 22 de marzo, una llamada fatídica fue recibida en la Unidad de Emergencias 911 de la Policía Nacional Civil. Desde una motocicleta en marcha, un hombre había disparado contra una mujer. Fue lo que dijo una voz al otro lado del teléfono.

Cuando los policías llegaron, corroboran que una mujer ha sido asesinada. Testigos del ataque repitieron los datos aportados en la llamada al 911: un hombre a bordo de una motocicleta disparó a la mujer. Ella murió de inmediato. Le agregaron la edad aproximada del asesino: 30 años.

En el parte policial sobre ese crimen se consignaba un nombre: Yolanda Portillo. Edad: 48 años. No pertenece a pandillas (eso decía el reporte policial). Victimario: no identificado y sin detención. No había más detalles.

Lo que los policías del puesto de Vía Tzu Chi no sabían era que, según investigadores , esa mujer no era cualquiera. Era una autoridad en la comunidad donde vivía.

Yolanda era la mujer de un cabecilla de la MS-13 conocido como El Chino o Duke, encarcelado en el penal de Zacatraz, purgando una condena de varias decenas de años de prisión por diversos delitos.

Pero el Duke o Chino tampoco es cualquier pandillero. Las fuentes aseguran que es uno de los cabecillas de la MS-503 de una clica de Sonsonate. Fue uno de los seguidores de Walter Antonio Carrillo Alfaro, alias El Chory, quien fue asesinado a principios de enero de 2016 junto a dos pandilleros que hacían las veces de guardaespaldas.

El Chory era el cabecilla máximo de Fulton Locos Salvatruchos. Sus opiniones pesaban dentro de esa organización terrorista. Sus influencias llegaban hasta el Estado de Maryland.

Ese cabecilla, según las investigaciones fiscales, fue asesinado el 6 de enero del 2016 debido a que había fraguado una conspiración contra los cabecillas históricos de la MS, a quienes acusaba de haberse quedado con todo el dinero, varios millones, que durante la llamada tregua habrían recibido de funcionarios del gobierno del entonces presidente de la República, Mauricio Funes.

Por su influencia como cabecilla, el Chory había logrado que muchas clicas se pusieran de su lado para “enjuiciar”, para pedirles que rindieran cuentas claras, a los cabecillas como el Diablo de Hollywood, El Trece, el Crok o el Piwa (Marvin Adaly Quintanilla Ramos), entre otros, por no compartir el dinero que recibieron durante la tregua con cabecillas de nivel medio ni con los pandilleros de la llanura. El Chory comenzó a señalar lo anterior como una traición al barrio, es decir, a la organización.

Las fuentes de este diario señalan que hay varios cabecillas de la MS que se están insubordinando y están filtrando información sobre los bienes o lugartenientes de los cabecillas de primera línea o aportan información a la llamada MS-503.

Pero las conspiraciones dentro de la MS no pararon con la purga de el Chory, si no que continúa dejando una estela de asesinatos; uno de esos sería, precisamente el cometido contra la mujer del Duke o Chino.

Yolanda, de acuerdo con documentos judiciales a los que este periódico tuvo acceso, nunca dejó de luchar en los pasillos judiciales para que la condena impuesta a su marido, fuera anulada.

El último intento por ayudar a que su marido saliera de prisión lo hizo en 2014, cuando presentó un recurso de hábeas corpus porque, según sus argumentos, al hombre se le violaron varios derechos. Sus esfuerzos fueron infructuosos. La fecha en que el Duke o Chino saldrá de prisión sigue siendo en el año 2027.

Aunque el asesinato de la otra mujer, cometido en otro municipio de La Libertad, el mismo día que mataron a Yolanda, no está confirmado que haya sido parte de la purga entre las facciones de la MS, fuentes policiales no lo descartan.