Residentes de la colonia Magaña, en Ahuachapán, han enfrentado durante tres décadas un deficiente servicio de agua potable, debido a que solo cuentan con agua una vez por semana.
Cada miércoles por la tarde comienzan a recibir el servicio, por lo que la mayoría de familias deben de desvelarse para abastecerse en recipientes, como barriles y huacales.
La vicepresidenta de la Asociación de Desarrollo Comunal (Adesco), Ena del Carmen Artero, expresó que hay colonias aledañas que sí cuentan con un servicio regular.
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Otras personas señalaron que el problema se comenzó agudizar cuando el municipio experimentó una mayor urbanización.El lunes, por primera vez en tres décadas, recibieron el servicio, antes solo se los mandaban durante los miércoles. Pero fue luego de una protesta que realizaron el martes de la semana pasada en las oficinas del área de Operaciones de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda), en Ahuachapán.
“Esto es un sufrimiento, ¡imagínese tener agua nada más cada ocho días!. El último charquito que tenemos ya está sucio porque cae polvo y basura, ya no es un agua limpia”, lamentó la señora.
En la comunidad residen 350 familias, algunas de ellas tienen hasta diez miembros incluyendo seis menores.
La autónoma envía camiones cisternas con agua cuando la comunidad lo solicita, aunque no suficiente para cubrir la demanda de abastecimiento de los cientos de familias.
Prudencia de Palacio, de 70 años, y su esposo Antonio Palacio, de 81, no pueden abastecerse de las pipas de agua porque para ello deben de sacar los recipientes a las aceras de sus casas.
Y no pueden hacerlo porque la señora tiene problemas en sus rodillas, por lo que debe de caminar con ayuda; su esposo perdió la vista hace dos años.
“Siempre toca que andar comprando el agua porque no viene (no tienen servicio por parte de la Anda). Por semana compramos tres barriles que cuestan $1.50 cada uno”, se quejó la señora.
El agua la utilizan para los oficios domésticos, ya que para ingerir compran adicionalmente dos garrafas semanalmente, haciendo un gasto de $4.60. Hay ocasiones que van a otras comunidades para que les regalen agua con el fin de minimizar el gasto que tiene en la compra.
“Si no viene el agua toda la semana por lo menos unas tres veces que la echen, ya uno agarra la que va a ocupar”, dijo de Palacio.
Silvia Trejo, otra afectada, relató que para lavar la ropa deben de ir cada ocho días hasta el río El Molino, que queda a más de cuatro kilómetros de su colonia, sobre la salida hacia Tacuba.
Se van en transporte público y en grupos para evitar problemas en las cercanías del río.
Hay sectores de la colonia Magaña donde el agua cae muy delgado a partir de las 11:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana.
“Lo que queremos, al menos, es el agua dos veces por semana y los demás días que venga la pipa”, señaló la afectada por el servicio.
Ayer se gestionó ante la Anda información sobre la problemática; pero al cierre de la nota no habían remitido respuesta.
Sin embargo, el día de la protesta, el jefe de Operaciones de la autónoma en Ahuachapán, Héctor Sánchez, manifestó que iban a proporcionar el servicio dos veces por semana y que iban a comenzar las gestiones para la construcción de un pozo en la comunidad y enviar cisternas las obras de construcción se concretan.