Párroco de Apaneca es trasladado tras dos décadas de servicio

El sacerdote logró recuperar el fervor religioso de la ciudad.

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16 April 2017

Entre los feligreses católicos de Apaneca, en Ahuachapán, hay lágrimas de tristeza porque, después de 21 años y cinco meses de que el padre Óscar Eduardo Lagos Morán, de 53 años, fue su líder espiritual, la Diócesis de Santa Ana decidió trasladarlo hacia la parroquia Santa Lucía, de esa cabecera departamental.

El párroco de Santa Lucía, padre Armando Díaz, será el nuevo líder espiritual de los apanequenses. La decisión del cambio fue tomada hace un año.

“Es un sentimiento encontrado (dejar la parroquia) porque me he encariñado con la gente; sin embargo, sé que tengo que ser obediente. Me voy en actitud de obediencia (porque) cuando me ordené como sacerdote, me preguntó el obispo ‘si yo prometía ser obediente a él y a sus sucesores’ y yo le dije: sí prometo”, expresó el sacerdote.

Él dará su última misa en la iglesia San Andrés Apóstol el domingo 23 de abril, a las 9:00 de la mañana, luego partirá hacia su nueva casa, en Santa Ana.

El padre Lagos fue ordenando como sacerdote el 8 de diciembre de 1993 en la Catedral de Santa Ana, donde inició su ministerio como vicario.

Fue nombrado como párroco de la iglesia San Andrés Apóstol el 1 de noviembre de 1995.

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“Apaneca ha sido mi hogar y los apanequenses, mi familia; entonces tenemos una relación grande, no de desconocidos sino que de familia. Después de tanto año a mí me duele partir de Apaneca y a ellos (los feligreses) les duele saber que su pastor y amigo se va”, reflexionó.

Recordó que cuando llegó a este municipio ahuachapaneco se encontró con varios retos, entre los que estaba que pocas personas llegaban a las celebraciones eucarísticas y que la religiosidad popular estaba en decadencia.

Pero hoy, por ejemplo, la Semana Santa se vive con mucho fervor religioso.

Otro de los legados que deja es la construcción del templo que tuvo que ser demolido tras los graves daños que presentó durante los terremotos de 2001.

Aunque el padre no reveló la inversión, esta es grande; pero se ha hecho con aportes de personas altruistas.

Actualmente están colocando el cielo falso y falta la instalación del piso, para lo cual ya hay donante.

“No se han hecho actividades, todo ha llegado por providencia de Dios, reconozco que el mérito de esta construcción es del Señor”, dijo.

No solo los feligreses han mostrado la gratitud hacia el padre Lagos por la labor realizada por más de dos décadas, sino también la alcaldía, quien nominó con su nombre la 3a. Avenida Norte y Sur.

“Estamos muy tristes porque él (sacerdote) ha trabajado mucho para poner de manifiesto todas las tradiciones, especialmente las procesiones que se hacen con toda devoción y el orden”, expresó la presidenta de la Hermandad de las Cargadoras de la Virgen de Dolores, Irene Dolores.