Cada año se recuerda durante los días de la Semana Santa la vida, pasión y muerte de Jesucristo, los cuales suelen ser siempre los últimos días del mes de marzo o los últimos días del mes de abril.
Durante las procesiones, tanto del Vía Crucis como del Silencio o del Santo Entierro, los católicos entonan canciones para pedir perdón por los pecados cometidos, una tradición que aún se mantiene, y ha mejorado con la tecnología, pero siempre con la misma devoción.
En imágenes tomadas en 1950 se puede observar que las andas solían ser un tanto más pequeñas. Con el tiempo han ido cambiando tanto las vestiduras de los santos como el tipo de andas y los materiales con los que están hechos.
Los sacerdotes y las personas que acompañan las procesiones realizan reflexiones a través de lecturas de la Biblia.
El Jueves Santo, los católicos acuden a visitar los altares en honor al Santísimo y a observar las imágenes del Jesús cautivo junto a las imágenes cubiertas con mantos púrpura, y se ven los penitentes caminando de rodillas quienes llevan sus pedidos hasta la iglesia El Calvario.
El Viernes Santo, las familias, grupos de las iglesias, se reúnen tanto para crear las coloridas alfombras como para observar la creatividad de cada una de ellas, las cuales hoy en día cada vez son hechas con diferentes materiales.
Los católicos, año con año en cada Semana Santa, acompañan las andas de Jesús, la Virgen María y los santos apóstoles que acompañan a Jesús al Calvario, reviviendo los pasajes bíblicos, escenas que quedan plasmadas en miles de fotografías.